Rumbo al Oscar… Mejor Director

En un año en que Woody Allen, los Coen y Abdellatif Kechiche se quedaron sin nominación, y otros como Spike Jonze, Paul GreengrassJ.C. Chandor y Ron Howard tampoco libraron el corte, la carrera parece haberse cerrado a dos contendientes y un triple empate en el tercer lugar. Mejor Director luce atada a Mejor Película; quien gane aquí tiene pocas probabilidades de repetir en la grande. Aunque a la Academia le gustan las sorpresas.

David O. Russell
por American Hustle

O. Russell es un bribón, uno muy listo. Su película está armada al estilo de la época de oro, con el elenco al frente y todo lo demás al fondo, incluyendo su estilo de dirección que, esta ocasión, mama de Scorsese. La verdadera pregunta es: si tuvieran un Picasso en frente y una imitación al lado, ¿se llevarían a casa el original o la imitación? Exacto, por eso O. Russell no está en la punta.

Alfonso Cuarón
por Gravity

Ha sido un gran año para Cuarón, tan bueno que hasta el CUEC se quiere colgar de su éxito distribuyendo la credencial de su exalumno. Cuarón y McQueen han repartido premios en varios frentes, pero con Gravedad recibiendo críticas por su verosimilitud y la simpleza de su historia, el reconocimiento a Mejor Película comienza a lucir lejano mas no imposible. Podríamos estar ante un escenario parecido al del año pasado con Argo y La vida de Pi, en que las estatuillas se reparten equitativamente, incluyendo Director y Película. Cuarón se perfila para ser el primer cineasta mexicano en recibir el Oscar.

Alexander Payne
por Nebraska

¿Será que Payne llegó a ese punto en el que su trabajo como director recibirá siempre nominaciones? Sus tres trabajos más recientes recibieron nominaciones a Mejor Dirección, aun cuando no parecían ser favoritos en la contienda. Nebraska es un logro más en su sutil filmografía y su confirmación como uno de los grandes auteurs norteamericanos contemporáneos. Sin embargo, luce muy rezagado en la carrera, necesita que los punteros se rompan las piernas para colarse al premio grande.

Steve McQueen
por 12 Years A Slave

Parecía ser el año en que los afroamericanos dominarían los premios, sin embargo pocos mantuvieron el ritmo durante todo el calendario. El más avanzado del pelotón terminó siendo McQueen, quien pelea palmo a palmo con un mexicano por el reconocimiento. Como decía en líneas anteriores, se prevé una repartición equitativa. McQueen viene ligeramente rezagado pero manteniendo el paso.

Martin Scorsese
por The Wolf of Wall Street

Hace unos años, la Academia pagó su deuda con el legendario Martin Scorsese. El lobo de Wall Street quizá sea mejor que Los infiltrados, pero las quejas alrededor del pirotécnico guión y la polémica sobre el fraude en la vida real de Jordan Belfort alejan al maestro del premio. La nominación es más que suficiente.

Por Rafael Paz (@pazespa)

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