La ansiedad que genera navegar en redes sociales es por casi todos conocida. Un gran número de personas participa –a veces más por ocio que por gusto– de las dinámicas establecidas en redes: observadores o generadores activos de “contenido”. Follow Her (2022), el primer trabajo de ficción de la directora Sylvia Caminer, toma esa ansiedad para construir un relato que pretende mostrar que las diferencias entre quienes observan y quienes producen, son más estrechas de lo que se podría pensar.
Jess Peters (Dani Barker) es una aspirante a actriz y guionista que, mientras espera una oportunidad de conseguir un trabajo “serio” en la industria, gana gran popularidad creando videos de naturaleza sadomasoquista para una plataforma muy similar a ésa en la que están pensando mientras leen estas líneas. Después de tener un incidente en el que uno de sus “clientes” ve su identidad comprometida, Jess decide alejarse momentáneamente de la lucrativa industria del soft para responder a un anuncio clasificado que ofrece una estadía pagada en una cabaña para escribir un thriller hitchcockiano en pocos días. Muchas cosas suceden en esa cabaña, ninguna de ellas hitchockianas.
La película de Caminer toca notas similares a las de algo como Deathtrap (1982) del prolífico y versátil Sidney Lumet, en la que un dramaturgo pretende robarle su historia a un joven estudiante usando un elaborado homicidio para conseguirlo y aunque la cantidad de giros en la película de Lumet son considerablemente más numerosos que en Follow Her, ambas comparten un mecanismo lúdico/perverso similar. El juego que se da en la cabaña entre Jess y el jocosamente bautizado Tom Brady (Luke Cook), un guionista que parece más un influencer del fitness y high vibes, hace que la película sea medianamente entretenida, aunque redundante al momento de llegar a su clímax, quizá no tan inesperado o shockeante –cualidad muy cara a la producción audiovisual contemporánea– considerando que la ruta tomada por la película ha sido usada por otras cintas o programas de televisión.
Resulta difícil distinguir si la película pretende dejar alguna lección moral sobre el uso de redes sociales y la mórbida naturaleza que rodea la generación de contenido, considerando que los dispositivos del internet han sido usados con mejor fortuna en películas como Searching (2018) o las consecuencias psicológicas de la dinámica actual de las redes sociales mejor expuestas en la película Sweat (2020), quizás la meta vaya por una vía más simple, algo que le funciona al proyecto tanto como le afecta.
El foco se pone en el vouyerismo inherente en las redes y forma que el deseo del observador se vuelve insaciable y nocivo, pero Follow Her no ofrece demasiado en términos de ingenio o agudeza, prefiere seguir el formato más esquemático de cualquier thriller en una plataforma de streaming que compite en atención con el visionado de la pantalla del celular y, desafortunadamente, el producto no es rival suficiente para un simple scrolleo.
Por JJ Negrete (@jjnegretec)
