Los registros del colonialismo barbárico suelen conllevar una expresión de horror que es casi silente, el único sonido que parece acompañar esos registros es el de la cinta corriendo en el proyector. La revisión de materiales realizada por la dupla italiana conformada por Yervant Gianikian y Angela Ricci ahora retoma una de las fases más oscuras en la historia de la Italia moderna: el régimen fascista impuesto por Benito Mussolini, Il Duce.
Pays Barbare se trata de un trabajo crítico-lírico de revisión histórica en el que se cubren diferentes momentos que pertenecen a la agenda colonialista del líder fascista tomando como escenarios centrales Libia y Etiopía durante las décadas de 1920 y 1930. Imágenes cuyo valor histórico se ve acentuado por filtros multicolor y breves, pero desconcertantes interludios musicales, donde la masacre es expuesta cuadro por segundo.
Gianikian y Ricci presentan documentos históricos con una lectura artística, reflexionando sobre el papel del colonialismo en el pasado, particularmente todo el mito levantado alrededor de su justificación, así como de la relevancia que este material puede tener en una sociedad distante de su historia, en la que el presente es efímero y debe ser placentero para ser recordado.
De manera similar a los grandes trabajos audiovisuales realizados por gente como Harun Farocki, quien hace la memoria algo tangible, e imágenes renderizadas por el cada vez más desvanecido acervo fílmico, ponen un importante acento en la importancia de la imagen en movimiento. En Pays Barbare queda patente que el odio étnico es un arma mortal, el argumento de la superioridad nace de la concepción evolucionista de la tradición antropológica británica, es lo que sigue haciendo daño, incluso en un nivel inscrito en el inconsciente colectivo como las risas frenéticas que se escuchan en el fondo de un enorme y vacío salón, aquel de la memoria histórica, incapaz de ver que la civilización no surge de la destrucción de su propia cuna.
Por JJ Negrete (@jjnegretec)
