Para compensar su desgracia ante un mundo regido de consumismo, decadencia de valores y crisis existenciales, el hombre contemporáneo busca, sin cesar, su desahogo y catarsis. Esta visible necesidad la puede saciar, de manera espléndida, a través de los golpes. O bueno, así es como lo argumenta la cinta El Club De La Pelea (Fight Club, 1998), dirigida por David Fincher y basada en el libro homónimo de Chuck Palahniuk, que, en su momento, no tuvo críticas positivas ni la resonancia que ahora tiene, al convertirse, pasados algunos años, en una película de culto protagonizada satisfactoriamente por Edward Norton, Brad Pitt y Helena Bonham Carter.

La música de este largometraje estuvo a cargo del dúo estadounidense The Dust Brothers, en donde la creación de esta producción ha significado su único material completamente conformado con música original, ya que principalmente se han enfocado la producción discográfica de artistas como Beck, Beastie Boys y Carlos Santana.

   La razón por la que Fincher escogió a este conjunto para realizar el score de su filme, fue que buscaba agrupaciones que no tuvieran una experiencia previa en la realización de bandas sonoras, todo esto para tener, a la vez, una libertad y un riesgo que se tradujera en una música precisa que aterrizara sus ideas dentro de la cinta. Incluso la banda británica Radiohead fue considerada para la realización de este trabajo.

Así es como este soundtrack estuvo constituido, casi en su totalidad, por el uso de samplers, loops, baterías eléctricas y otros instrumentos procesados a través de la computadora, de los cuales, The Dust Brothers poseen alta especialidad. Sin duda, la labor de este conjunto es reconocida al tratarse de una ambientación sonora poco común en un filme con una temática tan singular.

A pesar de su excentricidad, es una música que funciona y logra, en muchos momentos, representar lo violento, sin orillarse a la obviedad de tener que caer en lo estruendoso y cacofónico, al igual que demostrar el delirio y psicosis de los personajes sin necesitar de música tensa, cortante y dramática.

        Beats, scratches electrónicos y secuencias, que se acercan a lo que ahora se ha llegado a conocer como dubstep, son las partes esenciales que le dan vida a este material y ritmo incesante a la cinta en cuestión. Un tema interesante y que probablemente es el más distintivo de este soundtrack es This is Your Life, que musicalmente engloba todo lo que la banda sonora representa y hace un peculiar sampleo del audio original del filme en el que Tyler Durden, interpretado por Brad Pitt, recita un discurso anti-consumista, de tal modo que a lo largo de la canción pareciera que lo está rapeando.

Por último, la única canción de este material que no pertenece a The Dust Brothers es Where is My Mind? de Pixies, cuyo tema fue seleccionado para sonorizar los últimos segundos de la cinta de una manera que no pudo haber sido más grandiosa. Es un ejemplo más de lo maravilloso que puede ser la conjunción de lo visual con lo auditivo al momento de lograr una experiencia completamente satisfactoria para el espectador.

Por Antonio Millán

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