4º día de cine y maple: Diarios del TIFF

Las calles vuelven a la normalidad pero las salas continúan con la efervescencia del primer día en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF, por sus siglas en inglés), continuando una conversación que se rehúsa a terminar. Hoy les tenemos la nueva película del director de Luz de luna (2016), una adaptación de un libro de la rompe piñatas profesional Guadalupe Loaeza, lo nuevo de la cineasta Mia Hansen-Løve, la representante de Bélgica a los Óscares y una propuesta alemana del esposo de Maren Ade.

If Beale Street Could Talk de Barry Jenkins
Sección: Presentaciones especiales

Cuando un nuevo cineasta logra conmocionar a la industria con un notable trabajo, ésta lo ahoga en ofertas y le da todas las facilidades para trabajar de forma exprés y ser parte de una cadena de producción en el nicho de “cine de prestigio” o cine pensado para arrasar con los premios y en base a eso, generar números saludables en taquilla.

If Beale Street Could Talk, la nueva película de Barry Jenkins, responsable de la fina Luz de luna (Moonlight, 2016), es una adaptación de la obra homónima del elocuente y sensible escritor/activista afroamericano James Baldwin, en ella se relata el periplo de una pareja joven que se ve separada por una falsa acusación de violación en medio de un entorno racista y adverso en la Nueva York de los años 70.

A pesar de contar con un notable trabajo con el color y una breve pero conmovedora actuación de Regina King, la película de Jenkins tiene un sentido de impostura dramática que le cuesta trabajo sacudir, así como una esterilidad visual más enfocada en el drama y el apilar “momentos poderosos” que en generar una experiencia visual como la de Luz de luna, donde el silencio y el color eran más elocuentes que una tímida y cómoda ilustración de la poderosa prosa de Baldwin.

Niñas bien de Alejandra Márquez
Sección: Platform

Es por todos conocido que en México existe una profunda división de clases y, también, que los horrores del neoliberalismo han sido devastadores a diferentes escalas para todos, tanto los de abajo como los de arriba.

Niñas bien, de Alejandra Márquez, adapta el libro homónimo de Guadalupe Loaeza que presenta la caída en desgracia de Sofía, en medio de la feroz devaluación económica de 1982, y la lucha diaria por mantener una frágil fachada. Aunque fácilmente puede ser tachada de frívola, la película de Márquez es hábil en presentar a Sofía más como la víctima de un estilo de vida imposible de mantener y los efectos por éste.

De elegante sobriedad, la dirección de Márquez es cuidadosa al no endiosar un estilo de vida más que mostrar su decadencia, mostrando empatía con personajes difíciles de empatizar, particularmente en el actual contexto global y nacional. Niñas bien es la otra cara de un trabajo como La camarista, películas que muestran un sistema que deshumaniza a los de arriba y abajo por igual.

Maya de Mia Hansen-Løve
Sección: Presentaciones especiales

Los corresponsales de guerra parecen entrar en un ciclo destructivo: la responsabilidad ética y profesional que los lleva a territorios agrestes e inhóspitos los destruye gradualmente, sin embargo, el monstruo de la guerra los repele igual que los seduce.

En Maya, la nueva película de la cineasta Mia Hansen-Løve, Gabriel (Roman Kolinka) acaba de ser liberado en Siria después de ser tomado como rehén, por ello decide dejar atrás toda su vida en la capital para refugiarse en India, donde visita a su padrino y encuentra un particular interés en Maya, la joven hija de su padrino.

De belleza lírica y remitiendo al cálido erotismo de La genou de Claire (1970), del gran Eric Rohmer, Maya pone en perspectiva crítica la occidentalización de “los viajes de sanación” como los popularizados por Comer, rezar y amar, poniendo a la India lejos de la exotización pero sin perder las cualidades que ofrecen la ilusión de escapar, aunque la guerra interna del personaje consigo mismo, no termine.

Girl de Lukas Dhont
Sección: Discovery

Resulta grato encontrar sinceridad y sensibilidad genuinas en una época plagada de oportunismo político y vacuidad social como la actual, éstas son las cualidades rebosantes en la gracia de Girl, la opera prima del cineasta belga Lukas Dhont.

La película es protagonizada por la joven Lara, quien nació como hombre, ella es admitida en una prestigiosa academia de ballet pero en el proceso lucha contra su propio cuerpo, tal como todos lo hemos hecho en algún momento de la vida y he ahí la gran virtud de la película de Dhont, poner el dilema de Lara no desde la diferencia sino desde la similitud. Sin dramatismo ramplón, melodrama barato ni forma mediocre, Girl es una proeza de sensibilidad y una cálida lección de empatía con un impresionante pas de bourré.

In My Room de Ulrich Köhler
Sección: Wavelenghts

El apocalipsis parece ser exclusivamente del dominio público y rara vez del privado. La espectacularidad prima y el miedo colectivo, casi genérico, se antepone a la peculiaridad del horror individual, algo que definitivamente no sucede en la atípicamente extraordinaria In My Room del alemán Ulrich Köhler, esposo de la brillante Maren Ade (Toni Erdmann, 2016).

La película presenta a Armin (Hans Löw), un camarógrafo papanatas y miserable quien un día descubre que el resto de la humanidad ha desaparecido sin razón aparente, dejándolo como el último hombre en la tierra, situación que obliga a redefinir su lugar, no solo en el mundo, sino con él mismo. Con la misma oquedad formal de la nueva escuela berlinesa (Ade, Grisebach), Köhler revisita el género de la ciencia ficción y los mitos de la masculinidad en clave personal, igual de patética que humana, que lo mismo evoca a Will Smith que al Viejo Testamento.

Por JJ Negrete (@jjnegretec)

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