Sleeper: dormidos en el presente

My brain! It’s my second favorite organ! Miles Monroe

Woody Allen es uno de los pocos directores que tienen una obra tan amplia y al mismo tiempo tan dispareja, Sleeper de 1973 es el perfecto ejemplo de esto.

En El Dormilón (extraño que lo hayan traducido y no se inventaron algo más para el titulo) Allen narra la historia de Miles Monroe, quien después de una intervención quirúrgica en 1973 queda en estado vegetativo y despierta 200 años después en un futuro, no muy distinto del que conocemos, donde las personas son controladas por gobiernos autoritarios y son dominados colectivamente con sexo y televisión (¿verdad que suena familiar?).

Cuando despierta Miles conoce a Luna (Diane Keaton) una poetiza bastante mala y que tiene una maestría en sexo (buena maestría). La historia es realmente sencilla y es similar a muchas otras películas de ciencia ficción, el hombre del pasado necesita vivir en el presente y se enamora de alguien del futuro a pesar de todas sus diferencias.

Sleeper es la cuarta película en la carrera de Woody Allen y al igual que en sus primeras cintas la principal falla radica en el guión, los gags se van presentando a manera de sketches uno tras otro y en ocasiones da la sensación de que Allen sigue con sus espectáculos de stand up comedy, hace el chiste y espera hasta escuchar la risa es entonces que continua la escena.

Este problema es el mismo que encontramos en Bananas y Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo, en la segunda es más notorio que la calidad de un segmento a otro no se mantiene y que si las comparamos con sus filmes más recientes vemos la madurez alcanzada por Allen detrás de la lente.

Uno de los puntos a favor de la cinta es que plasma bastante bien una de las facetas de la ciencia ficción, proyectar el futuro para analizar el presente. Los diálogos están llenos de comentarios políticos y satíricos sobre la situación que imperaba en 1973, como cuando hace referencia a Stalin (quien no le cae bien por que tiene un mostacho raro) y a Charles De Gaulle (que de eminente político pasa a chef de televisión).

Parte del análisis que implementa el director y guionista crítica abiertamente la forma en que las personas se educan actualmente, en lugar de recurrir a los libros para lograr un mejor nivel pedagógico se embrutecen viendo televisión todo el tiempo o con aparatos electrónicos estimulantes (en la película es una bola de metal, mas en la realidad podemos reemplazarla por un ipod, un Xbox o el dispositivo que ustedes decidan; saludos a los adictos del facebook).

Lo más preocupante es que hayan pasado más de 30 años desde el estreno de Sleeper, la humanidad entraba ya en una espiral descendente que continúa hasta el día de hoy sin que se presenten soluciones reales de cómo detenerla.

Al final El Dormilón es una película disfrutable y cuenta con algunas secuencias realmente chistosas, además de una Diane Keaton que luce hermosa y Woody en su clásico papel de neurótico crónico.

Si alguien duda de la relevancia que tiene este filme sugiero vean el adelanto de la nueva cinta de Michael Cera (sí, el que hace la misma cara en todas sus interpretaciones) Youht in Revolt, en el tráiler se observa como el personaje principal trata de desaparecer evidencia para que la policía no la encuentre, misteriosamente esta secuencia tiene muchos puntos en común con una de Sleeper, pero dejare que ustedes los encuentren.

Por Rafael Paz

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