Kim Ki-duk es, quizás, el realizador de mayor renombre en Corea del Sur. En su prolífica carrera ha demostrado su capacidad de observación y una construcción exhaustiva de personajes complejos. Sus películas no están decoradas, sino que su hermosura radica en las historias densas y su realismo, casi brutal.
En su décima octava película, su personaje Kang-do (Lee Jung-jin) no tiene piedad de nada, ni de nadie. Se dedica a dejar lisiada a gente que pidió un préstamo y no saldó la deuda en tiempo y forma, para así cobrar el seguro médico.
Pietà (2012) es la historia de un hombre con alma de piedra que se ablanda poco a poco a partir de la aparición de una mujer que dice ser su madre (Cho Min-soo), quien lo había abandonado al nacer.
La excéntrica progenitora defiende a su monstruo con garras y dientes, sin importar lo cruel de sus acciones. Demuestra así el amor maternal incondicional, acentuado por la culpa del abandono. El episodio le quita responsabilidad al personaje principal, justificando su frialdad con la falta de amor desde la infancia.
Pero Kang-do piensa que hace justicia. Cuando los deudores le ruegan por que se apiade de ellos, él contesta con un discurso de odio, donde los tacha de irresponsables por pedir un dinero que no podrán pagar.
La película arranca con fuerza brutal, y durante los primeros cinco minutos se puede observar ya la intensidad que le seguirá. Sin embargo, pasando la entrada avanza lento, dejando al espectador saborear la vida de los personajes, ahondando en la de los principales y dibujando con breves pero potentes diálogos las de los secundarios.
El filme contrasta escenas de violencia y sexo con imágenes sutiles y bellas, que pudieran parecer casi cuadros vivientes. La principal es aquella que hace alusión a la escultura de Miguel Ángel, que le da nombre al filme.
Y, a diferencia de la moda comercial, la crueldad no es explícita. Las tomas pocas veces muestran sangre, pero construyen con detalles imágenes que se sugieren horroríficas. Toda la atmósfera creada, incluso con los animales que se convertirán más tarde en comida, es de una profunda desolación.
La décima octava cinta del director causó polémica con el público y jurados, y fue galardonada en el Festival de Venecia, el Festival de Toronto y el Festival de Rotterdam, entre muchos otros.
Finalmente, con toda pasión cinematográfica, Pietà muestra que el primer paso para entender al otro es ponerse en sus zapatos.
Por Indira Cato
Pietà se presenta actualmente en MUBI México, los invitamos a probar el servicio de manera gratuita durante 30 días en el siguiente enlace: mubi.com/butacaancha. Cada película del catálogo de MUBI estará disponible 30 días, cada día habrá una nueva película. La suscripción a MUBI tiene un costo de 99 pesos al mes y está disponible en diversas plataformas. En caso de pagar por un año de servicio, se les hace un 30% de descuento. Aprovechen.
