Hari Sama entrega su tercer largometraje: Despertar el polvo (2013), que después de ser premiado en diversos festivales durante 2014, por fin verá la luz este año en salas de arte y sitios de streaming on demand. Despertar el polvo es una ficción cercana a la realidad, rozando el documental y establecida en un lugar marginal, con personajes sacados de las calles. Combina el trabajo de actores profesionales con el de “personas reales”, antepone la cámara preciosista con lo descarapelado y sucio de un barrio de la delegación Iztacalco en el Distrito Federal. Va y viene entre lo ficticio y lo real, entre lo mágico y lo sucio, entre lo repulsivo y lo poético.
Donaciano Hernández Pérez “El Chano” se interpreta a sí mismo, pero a la vez nos interpreta a todos. A todos los ciudadanos hundidos en un foso, en una vorágine perpetua cada vez más oscura y deplorable. Nosotros mismos la construimos, nosotros mismos podemos destruirla. “El Chano” es un indigente que no tiene algo más que hacer que ver el amanecer, vagar por la calles en busca de monedas y disfrutar de un partido de futbol llanero. Un escapista que, a pesar de conocer la realidad corrupta que sucede en sus calles, prefiere hacer caso omiso a dichas situaciones. Pero un día, “El Chano” tendrá que enfrentarse contra todo lo podrido del sistema para liberar a su ahijado de las garras de la cárcel y la corrupción, destapando así la cloaca más maloliente de la capital.
El llamado al héroe está dado, pero “El Chano” no es ni Batman ni Luke Skywalker; tampoco es Travis Bickle o Pedro de Los Olvidados. #ElChanoSomosTodos se propuso como hashtag al final de la proyección, pues así lo entendimos y así lo creemos. Él no sólo es el barrio, la ciudad, el forajido o el despreciado: es el mundo corrompido, menospreciado, socavado ante las manos de una autoridad casi invisible, que sólo da la cara para escupirle al de abajo.
El campamento 2 de Octubre es el escenario donde se filmó Despertar el polvo, uno de los barrios más peligrosos de la Ciudad de México. Al que la producción sólo tuvo acceso gracias a la ayuda del protagonista, que se inmiscuyó plenamente en el proyecto, y logro así entusiasmar también a toda su “banda”, que veía por fin la oportunidad de ser fielmente retratada. Sama logra entregarnos una atmósfera sonora bastante interesante. Su sonidista, Pablo Lach, entiende perfectamente que en la ciudad jamás hay un silencio absoluto, y aunque el film carece en su mayor parte de diálogos, el sonido ambiente del barrio siempre está presente, igual de atractivo que repelente.
La cámara juega otro juego interesante, pues es cruda y verídica. Moviéndose turbulenta y nerviosa, pero a la vez nos da tomas preciosas, con outfocus clásicos pero perfectamente utilizados, así como tomas nocturnas que no desmerecen en absoluto. Jesús Casillas, fotógrafo, ubica la cámara y la luz en el punto necesario para causar una tremenda angustia y expectativa, pero no sólo eso, también hace de la lente un personaje más que se inmiscuye; un narrador omnipresente que nos da más información, y que, cuando es necesario, se mantiene al límite.
“El Chano”, en palabras de su director, es un actor nato, capaz de retratar las adversidades de la vida dura de los barrios bajos. Lo cierto es que sostiene la película por sí mismo. Aunque el escenario mismo juega el papel de segundo protagonista y los personajes secundarios tienen una fuerza llamativa, “El Chano” es el centro de toda esa espiral, y cual ojo del huracán, se mantiene calmo, poderoso y certero.
Hari Sama comenta que con Despertar el polvo quería desnudar la violencia. Dejar de mitificar la corrupción y al crimen organizado y mostrar la realidad cruda de una nación que ve la drogadicción, los asesinatos, el nepotismo, como algo natural. Lo logra. El film no cae en el cliché mexicanísimo del policía corrupto y el narco folclórico, a pesar de que ambos personajes se encuentran en la cinta. Pero los trata diferente, los retrata desde una visión menos pintoresca y más humana, realista, sucia.
La cinta no es comedia fársica ni acción pozolera; se mueve en la poética, lo apreciativo, el retrato fidedigno resignificado, puro posmodernismo.
Despertar el polvo es una cinta obligada, se estrena el 22 de enero en el circuito alternativo del DF y para todo el mundo por medio de MUBI México. Véanla.
Por Ali López (@al_lee1)
