En las dinámicas sociales, el niño suele percatarse del estado del núcleo de su familia por la interacción de sus padres. Al tratarse de un aspecto importante para su desarrollo, éste determina el futuro de su comportamiento ante la vida. En Moon Garden (2022), el relato utiliza toques experimentales inspirados en el arte industrial para recrear un viaje existencial dentro de una pesadilla.
Emma (Haven Lee Harris) es una niña de cinco años que sufre un accidente doméstico tras atestiguar una fuerte discusión entre sus padres, Sara (Augie Duke) y Alex (Brionne Davis). Tras caer en coma, realizará un viaje en un mundo de fantasía oscura para despertar de su inconsciencia.
El realizador Ryan Steven Harris, con un estilo visual similar a los submundos pesadillescos de Mad God (2021), construye una premisa profunda en la que Emma experimenta una incesante incertidumbre y persecución por parte de la criatura Teeth (Morgana Ignis) entre laberintos de tuberías, la desolación de un desierto y la soledad de una casa.
Además, el relato intercala el proceso físico en que la niña es internada en un hospital, escuchando a través de una radio las voces de sus padres, quienes hablan con ella para instarle ánimos dentro de su inconsciencia. Entre el terror y la esperanza, Harris, con la fotografía de Wolfang Meyer, recrea un híbrido del entorno fantástico en el que Emma camina con la realidad de unos padres que buscan resiliencia emocional ante la condición de su hija.
Con efectos stop-motion y con breves instancias de animación tradicional, el guion de Harris resalta a los recuerdos como el motor que determinan las acciones de la niña durante su recorrido. Desde las enseñanzas de su madre y la melodía que canta como canción de cuna hasta el comportamiento distante del padre, cada uno evoca el optimismo y la desesperanza dentro de una pesadilla en la que encuentra aliados peculiares para superarla. Desde el Músico (Phillip E. Walker) hasta la Princesa (Maria Olsen), la niña vive también instancias de dolor y motivación que serán pronunciadas por las voces de sus progenitores para afrontar su entorno.
Moon Garden, inspirada por el cine de Guillermo del Toro, centra su atención en la inocencia infantil que se pone a prueba por la existencia de un temible monstruo y la animosidad del entorno familiar. Una estética visual digna de un cuento oscuro de hadas que logra una sólida reflexión en torno al impacto de las memorias, los sueños y las emociones que despiertan valentía ante la adversidad.
Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)