Mórbido | Failure!, decisiones contra reloj

El protagonista de Failure! (2023), segundo largometraje del mexicano radicado en los Estados Unidos Alex Kahuam –tercero, si contamos aquel found footage no estrenado comercialmente, Escondida (2012)–, es un hombre al filo del abismo, o al menos viviendo a contrarreloj porque ha aceptado vender la dinástica empresa familiar para salir de un atolladero financiero –y de paso darle a su hija la boda de sus sueños–. Queda poco menos de hora y media para validar el trato, ¿podrá alguno de sus cercanos cambiar su decisión?

Alejándose de lo mostrado en Forgiveness (2021), su proyecto anterior en el que la claustrofóbica narrativa era compartida por tres mujeres al interior de un psiquiátrico –una no podía ver, otra hablar y la última escuchar–, Kahuam se lanza a la aventura estética y desarrolla su película mediante un plano secuencia, acompañando a su protagonista por los rincones de su mansión.

Antes de la revolución digital, el decidir hacer de un plano secuencia la totalidad de la cinta era una tarea compleja, necesitada de una inyección importante de capital e ingenio de los cineastas involucrados. La soga (Rope, 1948), de Alfred Hitchcock, se mantiene como el mejor ejemplo de esta etapa no sólo por su prodigio técnico, sino porque esta decisión formal permite al director mantener el suspenso de su historia y nos permite observar al personaje de James Stewart mientras se desmorona en tiempo real –casi– al comprender que las decisiones asesinas de sus alumnos fueron influenciadas por sus lecciones universitarias, un gesto facial a la vez.

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Esa idea de inmersión presentada por Hitchcock ha predominado en la era del píxel, en que las películas plano secuencia se han enfocado, mayoritariamente, en colocarnos dentro de cierto espacio temporal/físico para acompañar al personaje, sin que la elección estética tenga un significado más allá de la proeza técnica de no romper la toma. Por lo mismo, la historia está llena de accidentes, de “momentos” que hacen que avancen la acción. Vamos: esta gente pasa por mucho en poco tiempo, como sucede en La casa muda (2010), Victoria (2015), 1917 (2020), o la mexicana Rendez-vous (2019).

En el caso de Failure!, la intención apunta a ese camino: retratar la angustia de James (Ted Raimi) y compartir con él, a diferencia de sus absortos visitantes –a excepción de Alvar (Daniel Kuhlman) y el misterioso Mr. Serge (Merrick McCartha, canalizando a Giancarlo Esposito en Breaking Bad), deseosos de cerrar la venta–, las tribulaciones de este breve periodo de tiempo.

Kahuam mencionó en entrevista para La Razón haber tomado inspiración de las muchas tragedias financieras acontecidas durante la pandemia –“porque desafortunadamente mucha gente perdió muchos negocios familiares y específicamente a un amigo le pasó esto”–, por ello resulta lógica la cercanía de la cámara al personaje principal, subrayando la distancia que mantiene con otras personas. James bien podría conocer a los personajes de El precio de la codicia (Margin Call, 2011) o la popular Succession (2018-23) para compartir sus penas y así aliviar “tanta” tensión acumulada por la cámara.

Por Rafael Paz (@pazespa)

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