‘Depositarios’: Un México del futuro muy parecido a nuestra realidad

A estas alturas el género de ciencia ficción probablemente esté muy asociado a las producciones hollywoodenses, las cuales más que contar una historia, crean una a partir de los efectos visuales de modo que el argumento sirva como pretexto para hacer uso de ellos.

Por lo cual, es muy probable que el mismo público mexicano experimente ciertas dudas ante un filme como Depositarios, ya que al estar acostumbrado a la pirotecnia del cine americano, es difícil que acepte un producto de esta naturaleza que haya sido filmado en nuestro país.

Al observar el tráiler de la ópera prima de Rodrigo Ordoñez, cualquiera pudiera caer en la trampa de que se trata de un filme de acción cuando en realidad no lo es (salvo en algunas ocasiones, carece de secuencias de este tipo). A pesar de plantear una historia desarrollada en un futuro no muy lejano y de contar con las clásicas tramas –tanto la policíaca como la romántica– del género, Depositarios procura ser siempre una película de personajes que lance distintas reflexiones, que provoque el cuestionamiento de los espectadores ante la realidad en la que vivimos.

De entrada, eso es algo por lo que se debe reconocer a este largometraje, independientemente del estereotipo que las producciones Hollywoodenses han sembrado en la audiencia mexicana, el guión procuró siempre adquirir una identidad propia y contar una historia de ciencia ficción apoyándose primero en los personajes antes que en los efectos especiales.

A pesar de que la intención de la película no deja de ser admirable, desafortunadamente no podemos decir que Depositarios sea un filme totalmente logrado. Aborda un planteamiento original (quienes ya hayan visto La Isla de Michael Bay encontrarán cierto parecido con el guión de dicha película), el director y guionista ordena la trama de modo que todas las historias se sientan tan dispersas, que al espectador le cueste seguir el hilo del argumento, y lo que es más grave: éste no termina de conectar con ninguna trama al tratar de buscar durante todo el metraje una historia en la cual sumergirse.

Al final, el largometraje alberga múltiples historias que, a pesar de que sus planteamientos, están bien pensadas, pero se terminan volviendo superficiales. Acaban sintiéndose cada vez más independientes conforme avanza la trama, en vez de que todas ofrezcan un discurso en común. Pareciera que en vez de que todas las tramas que convergen se complementen unas a otras, se estorbaran al no identificar cuál es el hilo conductor.

De igual forma, la historia a cargo de Paola Núñez –interpreta a una reportera que sigue muy de cerca el caso de los Depositarios– está muy desperdiciada (al igual que la actriz), cuando su personaje tenía mucho más potencial que otros a los que se les da mayor protagónico, siendo esta historia la que funge como la que busca revelar todas las incógnitas planteadas.

Independientemente de que hay uno que otro tiempo muerto, se reconoce que hay un par de escenas muy bien logradas, en las que se confirma que Depositarios bien pudo haber sido ese filme que rompiera la brecha entre las producciones mexicanas de ciencia ficción y el público mexicano. Probablemente no sea esa película que abra las puertas para dicho género en México, pero sí podría terminar convirtiéndose en un buen precedente.

A favor se reconocen varios aspectos, en primer lugar, el guión contiene una denuncia implícita en la que se refleja la utopía en la que se ha sumergido la sociedad actual en el país. A pesar de lo atinada que es la ambientación así como los efectos visuales, es posible percibir ese México del futuro como el México en el que hoy vivimos. Quizá no mueva tantas conciencias como Heli, al no abordar una temática tan actual, sin embargo, sí nos pone a pensar sobre el futuro de una nación en el que abunda la corrupción y la lucha de poderes.

Sin ser la producción mexicana del año, Depositarios debe visionarse como un muy acertado intento de hacer algo que muy pocas veces se presencia en el público mexicano y eso ya lo hace un producto arriesgado y provocador. Así mismo, visualizar una historia de ciencia ficción que ocurra en las calles de la Ciudad de México y no en Nueva York o Los Ángeles, quizás provoque esa cercanía con el público de modo que éste haga una tregua con los filmes nacionales de dicho género.

Por Víctor López Velarde Santibáñez (@Victor_LoVSa)

    Related Posts

    ¿Qué estrena la Cartelera?
    Nuevo tráiler de ‘Mexican Gangster’
    “Nadie se acuerda” de la ciencia ficción mexicana
    ‘Detrás del poder’: Política a trancazos
    ¿Qué estrena la Cartelera?
    Rodrigo Ordoñez y ‘Depositarios’: ciencia ficción a la mexicana

    Leave a Reply