Con Mi villano favorito 2 (Despicable Me 2, 2013) haciendo toneladas de dinero alrededor del mundo, en Butaca Ancha nos dimos a la tarea de recordar a 5 grandes antihéroes plasmados en celuloide. Esos hombres con apariencia de criminal e interesados sólo en su beneficio, pero que antes de la aparición de los créditos finales ya tienen el corazón del público en el bolsillo. ¿Quién no adora amar al chico malo?
Mad Max
Películas: Mad Max (1979), Mad Max 2: The Road Warrior (1981), Mad Max Beyond Thunderdome (1985)
Interpretado por: Mel Gibson
Antes de que Mel Gibson fuera conocido como un iracundo antisemita y un hombre que amenaza a su esposa con ser violada por “una jauría de negros”, era un desconocido actor australiano con una nula carrera fuera de su país. Su primera gran oportunidad vino con uno de lo más grandes antihéroes del cine: Mad Max. El personaje nació en 1979 de la mano del director George Miller y el guionista James McCausland.
En un mundo distópico, Max es un policía que vigila las carreteras a bordo de su patrulla junto a su compañero. Cuando su amigo y su familia son ultimados por una banda de matones, Max decide cobrar venganza y comenzar así con la leyenda del Guerrero del camino. En la secuela, vemos a Max deambular por los parajes desérticos de una Australia post-apocalíptica hasta que se debate entre ayudar a una pequeña comunidad de los ataques de unos forajidos o dejar que sucumba y desaparezca en la arena. Sigue siendo una de las películas de acción mejor ejecutadas de la historia del cine. Para la tercera entrega, Max llega a Truequelandia después de que le roban sus posesiones y camellos en las dunas del desierto. Ahí deberá enfrentarse a los trucos de Aunty Entity (Tina Turner) y sobrevivir a un combate en la temida Cúpula del Trueno.
Próximamente Tom Hardy tratará de llenar los zapatos de Mel Gibson en Mad Max: Fury Road, será interesante ver si logra encarnar al personaje con la misma convicción y soltura.
Como todo antihéroe que se precie de serlo, Mad Max es un truhán que piensa primero en su beneficio y supervivencia, aunque al final del día termine haciendo bien a aquellos que lo rodean. Como bien lo define Leonardo García Tsao: “él es mitad Cristo, mitad Clint Eastwood.”
Pierrot Le Fou
Películas: Pierrot, Le Fou (1965)
Interpretado por: Jean Paul Belmondo
Imaginen que estando en una psicodélica y decadente fiesta burguesa se encuentran al afamada director de cine Samuel Fuller (Shock Corridor, The Naked Kiss) y le preguntan qué es el cine. Su respuesta: emoción. La emoción amoral, sin calificativos, cruda, expuesta, real y ambigua. Este dogma axiológico parece ser el combustible del vehículo que transporta a Pierrot y su petite amie Marianne Renoir (Anna Karina). Pierrot se convirtió en objeto de furor y culto en los videoclubes durante las décadas subsecuentes a su aparición y ayudó a cimentar en la figura de Belmondo el cariz de “antihéroe”, que después sería explotado en su papel como policía bajo las órdenes de Georges Lautner en Le profesionnel (1981).
Godard abandonó de manera espectacular la primera etapa de su carrera (como han coincidido infinidad de críticos, miembros de la audiencia y académicos) con la figura del trotamundos intelectual y amoral que seduce a la expresión más delicada de la orbe burguesa (la pétite Renoir) para entregarse en una breve odisea criminal de romántico aire coloreada por la inquieta cámara del maestro Raoul Coutard y en la que se reconocen los límites de esta figura que es profundamente antiheróica, difusa y eternamente aspiracional para su recurrente audiencia: les pétits bourgeoises.
Aunque Godard quería originalmente realizar el filme en inglés con Richard Burton y Sylvie Vartan, terminó filmando su última cinta con una narrativa tradicional (punto debatible) dado que después de aliaría con el gran documentalista Jean Pierre Gorin (Poto et Cabengo, Routine Pleasures) para e formar el Grupo Dziga Vertov de influencia radicalmente izquierdista y perseguir más adelante (y en solitario) sus exploraciones semióticas de los alcances del lenguaje cinematográfico. La culpa la tiene Pierrot.
Walt Kowalski
Películas: Gran Torino (2008)
Interpretado por: el hermano gemelo de Kowalski, Clint Eastwood
Es racista, veterano de guerra, tiene una debilidad por los vehículos clásicos, odia a los jóvenes, egoísta, chovinista, xenófobo y además… gruñe. No estamos hablando de la nueva versión de Max Steel sino del vecino favorito de Norteamérica, Walt Kowalski. Interpretado con un delicado balance autoparódico, Clint Eastwood entrega un personaje memorable (que antes de The Trouble with the Curve había dicho que sería el último en cine) en el anciano que detesta en lo que se ha convertido su vecindario, un modelo de la ONU versión Tepito. Cuando Kowalski hace migas con un jovencito coreano (enemigos en la guerra de la que es veterano), el viejo cambia su parecer y ahora se convierte en embajador de la buena voluntad de los seniles y racistas ciudadanos de la tercera edad de Estados Unidos.
Kowalski se convierte gradualmente en el ángel protector del joven, al punto de involucrarse en una riña con su primo vagales, un obeso mentecato que comete pequeños robos y acoso a los vecinos más indefensos del barrio. Pero cuando se meten con los protegidos de Kowalski de una manera que simplemente no puede aceptarse, es cuando se arma la gorda y el ruquillo se convierte en una figura antiheroica que los migrantes necesitaban y cuyo castigo por querer involucrarse es claro y contundente: si te metes con los coreanos y vas armado con un dedo y un encendedor, será mejor que tengas un buen one liner. Afortunadamente Kowalski tiene más que eso… hasta canción y todo. So tenderly…
Gran Torino representa el cierre perfecto a la carrera de un hombre que por mucho tiempo se dedicó a erigir mitologías de héroes de motivaciones claras pero cuestionables. El que defiende a los migrantes morirá a manos de los mismos.
De pilón: La versión castellana de Gran Torino tiene frases inmortales como ¿Qué os traís morenos? Búsquenla.
Sanjuro Kuwabatake
Películas: Yojimbo (1961), Sanjuro (1962), Zatoichi Meets Yojimbo (Zatôichi to Yôjinbô, 1970), The Ambush: Incident at Blood Pass (Machibus, 1970), Tsubaki Sanjûrô (2007)
Interpretado por: Toshiro Mifune
Socarrón y sarcástico por naturaleza, Sanjuro es un samurai que sólo trabaja para su propio beneficio y que ocasionalmente hace el bien por alguien más, si le conviene, claro. Interpretado por uno de los actores japoneses más reconocidos, Toshiro Mifune, el personaje aparecería por primera vez en Yojimbo de 1961 bajo las órdenes del legendario Akira Kurosawa. Aquí el personaje llega a un poblado cuyo control es disputado por dos bandas rivales. Para poner fin a las disputas, nuestro héroe decide poner a unos contra otros. El díptico kurosawaiano se completaría un año después con Sanjuro, en la que el protagonista ayuda a un joven y a sus compañeros a salvar al tío del primero, quien fue injustamente acusado por un malvado cacique. Esta segunda parte tiene uno de los finales más emotivos de la obra de Kurosawa.
Sanjuro aparecería otras 3 veces en celuloide –siendo la última un remake con otro actor intentando ser Mifune–, aunque ninguna tiene el nivel de lo ejecutado por Kurosawa y fueron poco vistas fuera de Japón o del interés de los más clavados en el género.
Como dato curioso, Sanjuro es padre de otro gran antihéroe del cine: el Hombre sin nombre de Clint Eastwood en la trilogía que lleva el nombre de su protagonista (Por un puñado de dólares, Por unos dólares más y El bueno, el malo y el feo) de Sergio Leone. El cineasta italiano nunca lo aceptó pero Por un puñado de dólares es una copia casi al carbón de Yojimbo, dice la leyenda que Kurosawa le escribió una carta a su compañero de profesión alabando su cinta y diciendo: “es una película muy buena, pero es mi película”. Al final Leone tuvo que acceder a otorgarle a su contraparte japonesa la mitad de lo recaudado a nivel mundial en taquilla.
Pedro Navaja
Películas: Pedro Navaja (1984) y El Hijo de Pedro Navaja (1986)
Interpretado por: el representante del hermoso puerto de Acapulco, Mr. Andrés García
El chulo más chulo, el más exitoso y el más filoso. Pedro Navaja (version tropicalizada de Mack ‘The Knife”) y basada en la canción de Rubén Blades, este proxeneta interpretado con muchos blanquillos por el macho alfa ochentero de pelo en pecho y ojitos pispiretos, Andrés García. Tiene a la novia más noble y buena, Rosita (Maribel Guardia) y para él trabajan La Tijuana (la amante de López Portillo, el perro del peso, Sasha Montenegro) y La Roja (Ana Luisa Peluffo, encueratriz de excelencia). Pero su reinado se encuentra en peligro por el matansero son de El Cumbias (el bigotazo marca Menen de Sergio Goyri) quien constantemente busca desbancar a nuestro querido Pedrito Cuchillin de su merecido lugar como el chulo más fregón.
Pedro Navaja es la figura del superhombre a la que el mexicano aspira, sobre todo en el negro ambiente que abre la cloaca de la ominosa crisis que vivió México a inicios de los 80. Andrés García se convirtió en un prototipo comportamental de masculinidad aspiracional de valores tan cuestionables como la política económica o las dotes de pintor de López Portillo. Un antihéroe que consolidó el interés de amplios sectores de la población por el espectáculo de cabaret y su amplia galería de pezoneras, pistolitas, pistolones y personajes cómicos que se convertían en la sátira voz del pueblo. Aquí tenemos al mismísimo Resortes interpretando al Micki Inflaus con desenfado y como siempre con aguardiente o tacha en mano.
Desafortunadamente no corrimos con la misma suerte en la secuela con El hijo de Pedro Navaja, un desafortunado Guillermo Capetillo (get real, papi) aunque cuenta con la brillante participación de Jorge Luke como Buitre (sin duda el pajarito más malo hasta que llegó el Águila Real de Nada Personal) y la adición de Pepe Romay como El Madrina. Un mundo sin héroes, donde reina el que corta más hondo.
Por JJ Negrete (@jjnegretec) & Rafael Paz (@pazespa)