Las últimas dos cintas de Nani Moretti, alguna vez apodado el Woody Allen italiano, fueron recibidas con frialdad en el Festival de Cannes, especialmente Habemus Papam. Así que su nuevo proyecto no generaba muchas expectativas, aun cuando se llevó la Palma de Oro durante los 90. Mia madre (Mi madre) provocó críticas positivas después de sus primeras proyecciones, la mayoría apuntan a una efectiva mezcla de drama y de comedia, además de personajes entrañables. ¿Tenemos a nuestro primer favorito para el premio gordo?
Vittoria Scarpa, Cineuropa: “Casi se experimenta pudor a la hora de ver algunas escenas de la nueva película de Nanni Moretti, titulada Mia madre. Frente a los pequeños gestos, las incertidumbres, la rabia y el sentimiento de vértigo de un hijo que está a punto de perder a su progenitora sentimos casi violamos la intimidad más profunda de su autor, porque sabemos que esa madre se inspira en la verdadera madre del director, fallecida durante el montaje de Habemus papam, y que detrás de su alter ego en la pantalla (Margherita Buy) está él, Nanni Moretti, con el corazón desnudo como nunca. Con sequedad y sinceridad, nos entrega el diario de esta pérdida sin insistir en la conmoción; es más, de la lágrima se pasa con frecuencia a la carcajada, cuando las escenas del hospital dan paso a las extraordinarias secuencias en el plató protagonizadas por John Turturro.”
Luis Martínez, El Mundo: “Lo que dicho así, y en manos de cualquier otro, daría para todo lo más un atropellado melodrama, en las del italiano se convierte en una fábula entre la carcajada y la desolación tan cálida como irresistible. Los personajes de Moretti viajan por sus vidas como náufragos extrañados de sí mismos. Pero lo hacen arrastrando los pies convencidos de que la lucidez consiste en saber que más abajo del suelo no hay nada. Sin estridencias, sin más convencimiento que el que otorga una cámara sostenida a la altura de los ojos.”
Àngel Quintana, Caimán Cuadernos de Cine: “Mia Madre es una película sobre la madurez, la enfermedad y el trabajo. La madurez es la del propio Moretti (que interpreta el papel secundario de hermano de la protagonista) y de la propia actriz Margherita Buy. La madurez es el momento en que la protección maternal desaparece, en que el fantasma de la orfandad se hace evidente y en el que la muerte de los seres queridos está a la vuelta de la esquina. En este momento el trabajo surge como una limitación, como algo que frena y que impide el reposo vital, la necesidad de acompañar a los que se van. Moretti muestra el trabajo cotidiano de una cineasta que intenta realizar su película pero que no sabe cómo desplazarse desde el plató al hospital, no sabe cómo compaginar su carrera profesional con su carrera vital, su creatividad con sus afectos esenciales.”
Oliver Lyttelton, The Playlist: “Qué tan cerca del personaje central está Moretti no está claro (asumiendo que es la intención, bien por el cineasta en hacer a su alterego una mujer), pero independientemente, ella es una creación completa y muy original. Como en una escena donde Margherita llega a un escabroso vestidor donde su ex revela, que ella es alguien que nunca está feliz, quién está indecisa en la vida que quiere. Y Buy hace increíblemente sutil, trabajo sobreentendido, casi como la película alrededor de ella, traerla a la vida.”
Steve Pond, The Wrap: “La comedia aligera el drama, el drama enriquece la comedia y la película que vemos se mezcla con la que está haciendo el personaje y con los sueños que ella tiene por las noches; no deberían funcionar juntas, pero lo hace. En el último pedazo de Mia Madre, Moretti toca una nota de gracia que hace de su cinta una de las más satisfactorias del festival hasta el momento.”
