Uno se imaginaría que una película protagonizada por el experimentado y todavía popular John Travolta, la joven promesa Tye Sheridan (Scouts Guide to the Zombie Apocalypse y próximamente Cyclops en X-Men: Apocalypse) y el veterano ganador del Oscar Christopher Plummer, podría ser interesante. Sin embargo, The Forger (El Gran Impostor) es sólo regular.
El problema con la cinta de Philip Martin, quien antes había hecho largometrajes para televisión, es que nunca acaba de definirse del todo ya que aborda varios géneros cinematográficos y temas de una forma bastante accidentada.
The Forger comienza como la historia de un hombre que logra salir de la cárcel y que aparentemente quiere enderezar su vida; luego se convierte en el relato de un padre ausente que quiere reivindicarse con su hijo; más tarde es una especie de drama sobre un tipo que intenta complacer los deseos de su hijo enfermo; y después es un intento fallido de thriller de acción acerca de un falsificador experto a punto de dar su último golpe.
Todas las subtramas no logran combinarse bien en una sola, lo único rescatable son las actuaciones de sus tres protagonistas, quienes tal vez pudieron haber conseguido un mejor resultado.
