En el botadero la encuentras como: Magneto: cambiando el destino o Guía básica de supervivencia en el desierto
Pregunta por ella así: Tengo boletos para el reencuentro de Magneto, ¿tienes algo para ponerme acá antes del concierto?
La Trama: Nuestros cantantes favoritos de los 90 –Charlie, Alan, Alex, Elías y Mauri– terminan de dar un concierto, a la salida Toño, el representante (Ernesto Laguardia), les informa que deben viajar inmediatamente a Los Ángeles a una rueda de prensa. ¿El motivo? Un concierto a beneficio de la niñez del mundo mundial, según se infiere. Debido a eso, nuestros protagonistas tendrán que viajar al aeropuerto más cercano y tomar el avión inmediatamente, pero un par de pizzas provocan que se retrasen y no alcancen el vuelo. Ante la situación deciden rentar un avión para así llegar a su destino, después de intercambiar un concierto y a la hermana de uno ellos, logran convencer al encargado (Pocholo) de que los suba a una avioneta de dudosa calidad. En pleno vuelo, el transporte comienza a tener fallas y el piloto abandona la nave, Mauri y los muchachos intentan un aterrizaje forzoso y terminan a la mitad del desierto. Ahí comienza su aventura.
No es raro que las grandes estrellas de la industria musical y el cine se junten. La amalgama se antoja propicia y millonaria gracias al reconocimiento del que gozan. Así, tenemos cantantes y músicos que tienen pequeños papeles en películas –Tom Jones en Mars Attacks!; Rihanna en Battleship, por ejemplo-, aquellos que dejan la música por la actuada –Justin Timberlake-, los que deciden protagonizar una cinta algún largometraje sin éxito –Britney Spears, Crossroads; la mayor parte de la filmografía de Ice Cube-, algunos que sí tienen éxito –David Bowie en The Man Who Fell to Earth-, otros que deciden hacer una biopic con su historia –Eminem, 8 Mile; 50 Cent, Get Rich Or Die Trying– o con la vida de otros –Jennifer López, Selena-, algunos que combinan las dos cosas –Elvis-, y así podríamos seguir dando ejemplos hasta llegar a las agrupaciones que participan como grupo de su propio filme. Ahí tenemos a The Beatles, las Spice Girls, Los Hombres G, etc. Los casos nunca terminarán gracias al dinero que garantiza unir los dos mundos.
En 1992 la boy band mexicana Magneto protagonizó Cambiando el destino, largometraje que buscaba capitalizar la popularidad del grupo que un año antes había estrenado el sencillo Vuela vuela, sin duda su más grande hit.
Cambiando el destino muestra a Magneto como 5 muchachos muy afables, interesados únicamente en utilizar su fama para ayudar a los demás, nada ambiciosos, cantan, bailan, organizan bautizos, pilotean, arreglan aviones, son expertos en de numismática, planean quince años, respetuosos con las muchachas, guapos y buena onda. Como diría mi abuela, son un estuche de monerías.
Como la mayoría de las producciones de Televicine en los años 90, aquellas de clasificación A, Cambiando el destino goza de una trama muy ingenua, por decir lo menos, y poco presupuesto. A fuerza de casualidades el libreto avanza (las monjas, el niño perdido, el buen salvaje con pinta de vocalista de Maná y voz de conductor de Stereo Joya, el tesoro español, la mordida de una serpiente), dejando en los integrantes de Magneto y su carisma el atractivo de la película.
Gilberto de Anda es el responsable de la dirección y el guión. En su carrera como cineasta, enfocada al videohome, podemos encontrar títulos como: Tijuana Jones, La verdadera historia de Barman y Droguin, Cargando con el tieso, El charro ninja, La suburban dorada, El regreso de la suburban dorada. De Anda suda la gota gorda tratando de acomodar todas las historias, gracias a eso lo que priva es la superficialidad, la característica más común de las boy bands trasladada al cine.
Magneto: cambiando el destino goza de un descarado product placement. Es un interminable desfile de marcas, como una película de Transformers o la nueva del Hombre Araña -ésa con Andrew Garfield-. Las menciones comerciales a Dominos Pizza, Gansito, Taesa, Bacardí y el parque temático de Universal en Los Ángeles, son tan desvergonzadas que harían palidecer a las de Tercer Milenio.
Entre los actores que acompañan a Magneto están Evita Muñoz -la ‘Chachita‘ de Nosotros los pobres-, Ernesto Laguardia -pre botox e hilos rusos-, Marco Muñoz -asiduo de las telenovelas-, Rita Macedo -conocida por trabajar con Buñuel-, Rosita Arenas -protagonista del clásico La momia azteca contra el robot humano-, Pocholo, Gaby Platas -edecarne/actriz de Adal Ramones-, como los nombres más reconocidos. Un reparto que redondea la sensación camp desintencionada de la cinta.
El director se da tiempo de lanzar algunas críticas a la forma en que los reporteros obtienen información de la banda, desvirtuando lo que sucede e, incluso, inventando hechos. Gabriela Obregón es la encargada de dar vida a Barbara Williams, una periodista que haría cualquier cosa con tal de conseguir una exclusiva y adelantarse a sus compañeros de profesión. El cliché del trabajo de un reportero de chismes del espectáculo.
Magneto: cambiando el destino deja un sabor parecido a ver un videoclip de 90 minutos de duración. Para mayores referencias hay un videoclip dentro del videoclip –Inception-. Donde lo más importante es la imagen, pasar un buen rato y dejar que tus primas te arreglen las uñas… cof, perdón… y que las chicas se arreglen las uñas mientras recuerdan lo que era ver a su banda favorita en su reproductor beta.
Después de todo, ¿quién en los 90 no tuvo un accidente de avión, cayó en el desierto, lo mordió una serpiente, encontró al amor de su vida en un convento a mitad del desierto, ayudó a resolver el caso de un niño desaparecido y adoptó como hermano a un buen salvaje?
Ahora todos, por favor: “Entre la arena y junto al mar / nos acercamos tu y yo / buscando un beso…”
Por Rafael Paz (@pazespa)
Bonus track: Los dejo con una nueva versión del clásico de Magneto, interpretada por Matilda Manzana. Para su disfrute:
Bonus track 2: Si no consiguen en su botadero más cercano la película, pueden verla completa en YouTube:
