Cabos | Hatching: monstruos, adolescentes y el yugo de una madre

Hatching (Pahanhautoja, 2022), ópera prima de la directora finlandesa Hanna Bergholm, es una película de terror que destaca por sus elementos de creature feature y coming-of-age. La protagonista Tinja (Siiri Solalinna) es una adolescente que vive con su madre (Sophia Heikkilä), su padre (Jani Volanen) y su hermano (Oiva Ollila). Todos participan en los videoblogs grabados por la mamá, en los que comparten su perfecta vida en los suburbios. Hasta que, como muestra una secuencia al inicio, un pájaro negro irrumpe en la casa de la familia causando estragos –es atrapado y la madre le rompe el cuello sin piedad–, un indicio del lado oscuro que subyace en una familia aparentemente ideal.

Tinja practica gimnasia pero su madre, una ex patinadora sumamente estricta y desconsiderada, le pide que priorice los entrenamientos por encima de todo, incluyendo socializar con otras adolescentes. La mamá, de hecho, tiene un amorío con otro hombre (Reino Nordin) y gradualmente involucra más a Tinja en esta nueva vida, en su mente materna nada de esto tendría que afectar en lo más mínimo el desempeño de su hija rumbo a una competencia.

Hatching desarrolla su elemento fantástico una vez que Tinja encuentra al pájaro moribundo y, tras rematarlo compasivamente, descubre un huevo que decide cuidar. La criatura hecha notablemente con efectos prácticos, es al mismo tiempo grotesca, peligrosa y vulnerable. Es esencialmente la bebé de Tinja, con quien tiene una conexión muy especial que evolucionará hasta convertirse en un doppelgänger cuyas acciones violentas suelen ser consecuencia del yugo materno al que está sometida la protagonista.

Luego de estrenarse en la sección Midnight del Festival de Sundance, Hatching arribó a la décima primera edición del Festival Internacional de Cine de Los Cabos. Con motivo de este lanzamiento, a continuación una charla con su directora.

Butaca Ancha (BA): ¿Qué te inspiró a realizar una película de terror con una criatura?

Hanna Bergholm (HB): Todo empezó con nuestro guionista (Ilja Rautsi), tuvo la idea de una niña que incuba un doppelgänger a partir de un huevo de pájaro. Son animales frágiles, vuelan libremente e incuban sus huevos y bebés, entonces encajaban muy bien para nuestra historia. De hecho, en la vieja mitología finlandesa Kalevala todo el mundo es creado de un huevo de pájaro; no pensamos en esto demasiado cuando estábamos escribiendo el guión pero es un buen detalle.

Durante el desarrollo del proyecto, algunos filmes que vi y realmente me encantaron fueron Voraz (Grave, 2016) y un par de David Cronenberg: Los engendros del diablo (The Brood, 1979) y La mosca (The Fly, 1986), realmente admiré sus efectos prácticos y quería tener esa misma crudeza para nuestra criatura. El filme sueco Déjame entrar (Lat den rätte komma in, 2008) tiene tanto elementos dramáticos como de terror. También hablamos sobre nuestro filme como una versión retorcida para adultos de E.T. El extraterrestre (E.T. The Extra-Terrestrial, 1982). Estos fueron los filmes que se me vinieron a la mente cuando planeaba Hatching, aunque no fueron referencias directas porque suelo tratar de evitar pensar en otros filmes cuando planeo la historia y el estilo de una película.

BA: ¿Por qué decidiste usar efectos prácticos?

HB: Realmente quería que nuestra criatura tuviera una presencia física real, no quería que sólo fuera un personaje digital, quería tener una sensación de realmente poder tocar a esta criatura. Diseñamos su aspecto en Finlandia con un par de artistas conceptuales maravillosos. También sabía que quería una marioneta animatrónica, entonces busqué en Google: ¿quién es el mejor diseñador de animatrónicos en el mundo? Google me dijo que Gustav Hoegen, quien diseñó los animatrónicos principales en películas de Star Wars, Jurassic World: El reino caído (Jurassic World: Fallen Kingdom, 2018) y Prometeo (Prometheus, 2012), entonces lo contacté y él se emocionó, se sumó al filme y reunió a un equipo maravilloso para crear a la criatura.

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BA: Cuando la criatura aún es bebé, puede actuar de manera brutal para defender a la joven. Es terror –incluso grotesco– y al mismo tiempo la conexión entre ellos es emotiva.

HB: Desde que planeamos el guión era muy importante para nosotros que el monstruo no fuera un personaje maligno. El monstruo representa las emociones escondidas de la chica, también su tristeza, su necesidad de amor, y esos también son sentimientos significativos, por lo que es importante que esta criatura no sólo sea un depredador malvado.

Al diseñar la describí como un adolescente apestoso que está furioso con sus padres, aún así quiere ser amado. Es totalmente deforme y desagradable, es el opuesto total a esta chica gimnasta perfecta. Quería que tuviera ojos muy grandes para que tuviera una mirada muy inocente y sus instintos abiertos.

BA: Con la evolución de la criatura, la película habla de la dualidad, de cómo los humanos no somos perfectos.

HB: Era importante decir que si tratas de controlar todo y tratas de mantener todo perfecto, lo que sea que eso signifique, nunca lo lograrás porque esto significa tener que esconder algunos elementos de tu personalidad, algunas de tus emociones, y al final del día eso es imposible. Realmente tienes que afrontar todos tus defectos para poder ser amado completamente tal y como eres, tienes que dejar que la gente te vea como eres con todas tus imperfecciones y cicatrices.

BA: ¿Qué piensas de esas vidas ficticias que se crean en redes sociales?

HB: En nuestra historia la madre trata de aparentar felicidad y, tal vez, trata de encontrar su felicidad pretendiendo tener una vida maravillosa y perfecta. De una u otra forma muchas personas lo hacen hoy día por medio de las redes sociales, pienso que es algo humano: si nos tomamos una foto, queremos quitar la ropa sucia que está detrás. Se ha convertido en una manera de pertenecer a un grupo, todos dicen el mismo mensaje en redes sociales de “mi vida es maravillosa, todo está muy bien con mi familia”. Quería tener esto en nuestro filme porque también es una manera extraña de comunicarse, aunque es bastante humano, muchos lo hacemos.

BA: ¿Cómo surgió la relación entre la madre e hija y el énfasis al mundo de la gimnasia?

HB: Ilja Rautsi, nuestro guionista, quería que la chica tuviera un pasatiempo competitivo, en el que fuera importante la perfección física. Ilja fue gimnasta cuando era niño, aunque a él le gustaba el deporte. Entonces queríamos retratar que este deporte no es dañino: la coach es bastante agradable y las otras chicas parecen divertirse. Para Tinja todo se trata sobre su madre, quien realmente está tratando de cumplir sus propios sueños por medio de ella, a quien quiere empujar hacia lo mejor pero nada de lo que la joven hace es suficiente. A Tinja no le apasiona practicar este deporte.

Realmente quería explorar esta relación retorcida entre madre e hija, en donde la madre trata a su hija como si le perteneciera y está ahí para cumplir sus sueños. Pienso que eso es realmente horroroso, ahí es donde yace el mayor terror de la película.

Por Eric Ortiz (@EricOrtizG)
Publicado originalmente en cinemainferno.com.mx

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