Cabos | Hasta los huesos: el aroma del romance adolescente

Existe una especie de calma cuando ante la mirada de alguien más somos seres valiosos; podría ser esa búsqueda por validación, sí, en el sentido de saber que pertenecemos y somos aceptados por alguien que nos importa, alguien a quien admiramos y queremos. La mirada afectuosa de que nuestros defectos son menos terribles con el lente de la ternura es consolador.

Luego del reto que significó crear una nueva versión en 2018 de Suspiria (Dario Agento, 1977), una de las películas más elementales del giallo, Luca Guadagnino regresa al terror, ahora con un tinte romántico que remite a historias de amor adolescente sólo que con el efectismo sangriento del canibalismo en Hasta los huesos (Bones and All , 2022). Desde sus primeras escenas, Guadagnino exhibe esta filia en Maren (Taylor Russell) que le deja como consecuencia el abandono por su propio padre y a la búsqueda de respuestas acerca del paradero de su madre.

En el trabajo previo de este director ya hemos visto amores que guardan un sabor agrio debido a que no deberían suceder, como en Call Me By Your Name (2017) o Cegados por el sol (A Bigger Splash, 2015), sin embargo, esta vez hay un enfrentamiento con lo monstruoso por tener una necesidad irremediable de comer carne humana. Maren conoce en su trayecto a Lee (Timothée Chalamet), un joven que también ha tenido qué buscar su rumbo lejos de casa y su familia.

Tanto Maren como Lee, y algunos personajes que encuentran en el camino, tienen un olfato especial para reconocerse entre sí. Esta característica parece tener una contradicción importante en el desenlace de la película cuando el personaje de Mark Rylance no logra advertir un enfrentamiento a pesar de tener el olfato mejor entrenado de todos.

bonesandall002

Huecos como este apartan la verosimilitud que trata de construirse en el relato. Aún esto su intención más grande es intentar dotar de sensibilidad y humanidad a personajes que encuentran en el amor adolescente esa redención y pertenencia. En Crepúsculo (2008) es Bella Swan (Kristen Stewart), una mortal común, quien le da este lado humano y sensible al vampiro, suaviza la realidad de que hubieron personas asesinadas por él.

Edward Cullen (Robert Pattinson) en Crepúsculo y Lee en Hasta los huesos crean un código moral de sólo matar gente que, según ellos, lo merecen. Esta característica permite que como espectadores también empaticemos con ellos, una especie de justicieros que se colocan como antihéroes.

La intención de Guadagnino no es aferrarse a saltos repentinos sino a las atmósferas y a la tensión entre los personajes. Lo que provoca que la impresión con esta película radique en las decisiones que toman los personajes en momentos clave y no tanto en sonidos estridentes o imágenes necesariamente grotescas.

El terror adolescente y romántico en esta ocasión se apoya mucho más en la idea de dos outsiders que se encuentran y ven entre sí la respuesta a esa profunda interrogante acerca de si tienen un lugar o no en el mundo.

Por Sharely Cuellar (@SharelyCP)

    Related Posts

    Duna: Parte Dos: El desierto de los profetas
    Wonka: El dilema del confitero
    Cabos | I Love My Dad, sin manual de paternidad
    Cabos | Hatching: monstruos, adolescentes y el yugo de una madre
    Cabos | The Whale, esconder la tristeza
    La constante tensión de Las olas