39 Foro | ‘Lxs Chicxs Salvajes’ y el golpe de la feminidad

En la novela El Señor de las Moscas, el escritor William Golding disecciona la crudeza en la lucha por el poder y el desenvolvimiento de la violencia a través de niños obligados a sobrevivir en una isla tras estrellarse un avión inglés. Sin el control de la autoridad adulta, el aislamiento detona comportamientos salvajes. Ralph, su protagonista, intenta preservar orden y cordura, entrando en constante conflicto con Jack, quien desea convertirse en el líder de la naciente tribu.

Evocando en ubicuidad, aventura y comportamientos juveniles a la obra de Golding, Lxs Chicxs Salvajes (Les garçons sauvages, 2017) retoma a la soledad como el punto de transformación de una pandilla rebelde acostumbrada a la violencia. En los inicios del siglo XX, Romuald (Pauline Lorillard), Jean-Louis (Vimala Pons), Hubert (Diane Rouxel), Tanguy (Anaël Snoek) y Sloane (Mathilde Warnier) abusan de su profesora de literatura con la ayuda de TREVOR, ser al que atribuyen como la deidad de la destrucción.

A causa de ello, las familias adineradas de los jóvenes aceptan que El Capitán (Sam Louwyck) se encargue de corregir sus conductas. El castigo consiste en realizar un viaje en barco, donde reciben tareas y represiones por parte del hombre. Al llegar a una misteriosa isla conocida como La Réunion, descubrirán la esencia sobrenatural de la vegetación.

La ópera prima del realizador francés Bertrand Mandico utiliza a la voz en off como narración de un oscuro cuento de hadas. A su vez, pone énfasis en el homoerotismo como connotación sexual, con atención a detalles como torsos de soldados que custodian a los jóvenes, las frutas con pelos en la piel que ingieren durante la travesía marítima y la flora de la isla que guarda eufemismos que marcan el aspecto erótico del relato.

La fotografía de Pascale Granel enmarca al blanco y negro en el presente, contraponiendo imágenes que refuerzan el sometimiento de los jóvenes por parte del Capitán, guardando una línea experimental y primeros planos inspirados en el cine del canadiense Guy Maddin. El contraste con el cromático de azules, rojos y violetas refuerzan las alucinaciones oníricas que representan la maldad, el misterio y la celebración por la obtención de libertad.

Mandico retrata una espiral descendente que guía a la paulatina transformación de Jean-Louis y compañía en la isla, con elementos surrealistas similares al estilo de David Lynch que enfatiza en la transición de género. Así, el mensaje adquiere un tono feminista un tanto excesivo que aboga como posibilidad de transformación del mundo, con un elenco de mujeres que interpreta convincentemente los roles masculinos.

Lxs Chicxs Salvajes, bajo una perspectiva con tintes macabros, abraza a la fantasía, la aventura y la aceptación de la identidad sexual. Su estilizada técnica visual retrata el culto espiritual, la maldad y la crudeza de los actos humanos, con la aparición de la mujer como la resolución para contener la violencia y sus excesos.

Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)

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