35 Foro | ‘No se recargue en las puertas’: La belleza rutinaria

Ricky, un chico de origen mexicano radicado en Nueva York, lleva una vida solitaria y problemática debido al trastorno de autismo con el que nació. Ricky depende de los cuidados de Mariana, su madre, quien trabaja de empleada doméstica para poderlo sacar adelante, y de Carla, su hermana mayor, quien, en plena adolescencia, lo ve como una carga. Cuando Carla irresponsablemente no pasa a recogerlo para llevarlo a casa, Ricky entra al metro y accidentalmente se embarca en un viaje subterráneo. Durante varios días, Ricky estará inmerso en un mundo desconocido para él, mientras su madre lo busca desesperadamente en las calles de la Gran Manzana.

El director Sam Fleischner nos muestra con su segunda película una inteligente y atrevida mirada al modo de vivir de un autista. Jesús Sánchez-Vélez, quien interpreta a Ricky, hace un gran trabajo actoral y logra transmitirnos su miedo, asombro e incertidumbre utilizando simplemente la mirada y su movimiento corporal.

Fleischner explota de manera sobresaliente el recurso de utilizar a un autista para mostrar la vida diaria de una ciudad tan grande y complicada como Nueva York., donde todos están ensimismados, hundidos en sus teléfonos, preocupados por llegar rápido a sus destinos, pensando en sus propios asuntos, con un comportamiento tan envidioso que nadie es capaz de darse cuenta de que hay un niño autista que lleva ya bastante tiempo recostado en un asiento en posición fetal.

Ricky, a diferencia de todos, se asombra con todo lo que ve a su alrededor. Observa las formas, las texturas, lo rara y distinta que es la gente entre sí. Sorprendido, ve cómo un grupo de amigos hace break dance en un vagón, se pregunta qué le habrá pasado a un joven que no tiene brazo, ve detenidamente el movimiento del agua dentro de una botella tirada en el vagón, imagina qué dirían los zapatos de la gente si pudieran hablar. Es el único que se detiene a admirar el paisaje urbano que lo rodea.

Por otro lado, Mariana, una sólida Andrea Suárez Paz, retrata a la madre latina que lucha por vencer la adversidad, que está dispuesta a sufrir por el amor que le tiene a sus hijos. Una madre que está sola, que debe sobrellevar del mejor modo posible la difícil situación de su hijo; su esposo está lejos y no aporta mucho a la casa; su hija se rebela y no parece entender que realmente necesitan de su ayuda. Una madre que el único consuelo que encuentra está en los cánticos y sermones de su iglesia.

No se recargue en las puertas (Stand Clear of the Closing Doors, 2013) es una película aparentemente discreta, pero dentro de toda esa aparente discreción está llena de detalles y elementos que, junto con su narrativa, actuaciones, fotografía y locaciones la hacen una gran película que invitará a la reflexionar acerca de nuestras automáticas vidas; definitivamente una cinta que se debe de ver.

Por Luis Arredondo
Ésta es una reedición de nuestra cobertura de Distrital.

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