Fuego negro y el ahogo de las referencias

Hay películas que parecen armadas por las referencias de sus creadores, monstruos resucitados, parchados, robados, formados con fragmentos de cine, imposibilitados por su génesis de vivir más allá de los momentos que su mal formado cuerpo busca recontextualizar. Ningún género cinematográfico está libre de ejemplos –aunque en el horror parece ser un fenómeno más frecuente– porque el cine se alimenta de lo filmado para encontrar nuevos caminos. Citar no es algo malo. Sin embargo, encontrar el balance entre el simple homenaje y la expresión personal es un acto de equilibrio peligroso, que posmodernistas cinéfilos como Quentin Tarantino hacen lucir sencillo.

Fuego negro (2020), el cuarto largometraje de Bernardo Arellano, es la demostración más reciente de cómo las referencias/homenajes pueden ahogar por completo cualquier historia. Franco (Tenoch Huerta, de permanente gabardina negra) es un criminal que investiga el destino de su hermana, quien fue secuestrada por un grupo criminal. Su búsqueda lo lleva a un maltrecho hotel, lleno de malhechores de la ciudad no especificada en que se ubica su alojamiento (muy similar a la CDMX, pero con un filtro más acá). Una de las huéspedes (Eréndira Ibarra, en permanente misterio) parece guardar el secreto que le permitirá a Franco resolver el crimen de su hermana.

fuegonegro001

El largometraje muestra desde el inicio su atmósfera e influencias noir, sobre todo del agreste universo creado por Frank Miller en Sin City, a su vez una relectura del noir clásico de la literatura y Hollywood. El Franco de Tenoch Huerta es, entonces, la expresión más reciente del detective/familiar/investigador que debe usar su intelecto y habilidades para evitar ser seducido por una femme fatale antes de resolver el caso que le ocupa.

Arellano ha creado un cadáver exquisito cinematográfico, redundante, inexpresivo y evidente. En diversas entrevistas, el director ha colocado al cine de Guillermo del Toro (Blade, asumo) como una de las grandes influencias de Fuego negro, aunque la pantalla muestra brochazos que recuerdan a las dinámicas del hotel que visita John Wick (2014), las pesadillas de El Cuervo (The Crow, 1994), las larvas de La mosca (The Fly, 1986), al inmutable pero bienintencionado protagonista de Drive, el escape (Drive, 2011) o los vampiros de Guardianes de la noche (Nochnoy dozor, 2004), más lo que se sume en el camino.

Aquí las referencias se apilan sin convertirse en algo más que una divertida trivia cinematográfica, que se transforma en el hilo conductor del relato porque los personajes nunca logran ir más allá de los contornos dibujados por los arquetipos (¿clichés?) que les dieron vida. Más de una vez será inevitable preguntarse ¿qué está pasando? ¿Están poseídos? ¿Una fuerte contusión despierta el deseo sexual? ¿A qué hora pasa el servicio de limpieza del hotel? ¿La distancia de esta toma es para esconder a los dobles? Tantas referencias, tan pocas respuestas.

Hace un excelente programa doble con Ángel caído (2011).

Por Rafael Paz (@pazespa)

    Related Posts

    Primer tráiler de ‘La vida inmoral de la pareja ideal’
    Primer tráiler de ‘Las Aparicio’
    ¿Qué estrena la Cartelera?
    Nuevo tráiler de ‘Mexican Gangster’
    35 Foro | ‘No se recargue en las puertas’: La belleza rutinaria
    ‘Güeros’ obtuvo el Ariel a Mejor Película