Los hermanos Farrelly, Bobby y Peter, siempre se han mantenido fieles a su modo de hacer comedia, lo que ha fomentado un nicho de seguidores que celebran su afición por el humor escatológico, independientemente de que sus películas sean capaces de poner a rezar a la maestra de catequesis en turno o provocar que las abuelitas filosofen sobre lo mal que está la juventud hoy en día.
Sin ser grandes comediantes, el dúo de hermanos ha logrado invocar la carcajada con algunos de sus filmes más representativos como Loco por Mary (There’s Something About Mary, 1998) Amor ciego (Shallow Hal, 2001) o Pegado a ti (Stuck on You, 2003); películas que sin narrar grandes y elaboradas historias, supieron utilizar el absurdo a su favor, brindando agradecidas dosis de entretenimiento al público.,
La primera entrega de Una pareja de idiotas (Dumb & Dumber, 1994), quizás sea una película emblemática por haber terminado de situar a Jim Carrey en el panorama cinematográfico o por ser el primer filme de estos hermanos, sin embargo la primera parte no poseía el potencial suficiente para desembocar en una tardía y sumamente innecesaria secuela. Claro, la original tiene cierto valor, tanto por la mancuerna y empatía conseguida por la pareja Carrey-Daniels, además de lo novedoso de construir todo un argumento y una historia a partir de lo absurdo (muy al estilo Seinfield), claro ejemplo de una cinta que no hubiera funcionado si se hubiera estrenado después de los 90’s.
No es la primera vez que una secuela hace su arribo tras un largo lapso de tiempo con respecto a su anterior entrega. El padrino. Parte III (The Godfather: Part III, 1990) llegó varios años después de la segunda parte (claro que es un poco surrealista querer meter a este título junto con el filme de los Farrelly dentro del mismo saco) y ni hablar de la espera de los fans del universo de George Lucas; que tuvieron que esperar casi 16 años entre El regreso del jedi (Star Wars: Episode VI – Return of the Jedi, 1983) y La amenaza fantasma (Star Wars: Episode I – The Phantom Menace, 1999) –aunque en realidad es una precuela–, sin embargo, a pesar del lapso de tiempo, la existencia de aquellos título aportaba algo al desarrollo de la historia y al viaje por la psique de algunos personajes.
El caso de Una pareja + tonta (Dumb and Dumber to, 2014) es más un capricho que una aportación valiosa a la historia, puesto que la primera entrega cerraba por completo el argumento de la historia. Esta segunda parte (o tercera, si tomamos en cuenta que hubo otro filme que no contaba con los mismos actores) se cuelga de la nostalgia que provoca el regreso de esta pareja que marcó el encumbramiento de la comedia chusca noventera, pero esa audiencia ha madurado y con ello debería hacerlo el guión y también los personajes, su único avistamiento de madurez son las canas que portan Jeff Daniels y Jim Carrey.
Al final tenemos un producto que busca evocar los guiños de su antecesora, pero sin poseer identidad propia y que en todo momento busca reciclar aquellos gags que tanto nos hicieron reír en los noventa. Quizás los que crecieron con esa película les resulte entrañable este remake disfrazado de secuela, pero en lo personal, me hubiera parecido más interesante ver una secuela de Loco por Mary que a unos –eso sí– entrañables Carrey y Daniels haciendo muecas más exageradas de lo normal para evitar que el público se acurruque en los brazos de Morfeo.
Por Víctor López Velarde Santibáñez (@VictorVSant)
