Una hoja que no cae: entrevista con Alma Pöysti

Se veía remota la posibilidad, después de seis años de ausencia, de que el cineasta finlandés Aki Kaurismaki volviera a las pantallas y nos obsequiara nuevamente una obra tan bella como modesta y tan melancólica como esperanzadora. Hojas de otoño (Kuolleet lehdet, 2023), su más reciente trabajo, se presentó en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Cannes, recibiendo una extraordinaria respuesta por parte de la crítica y la audiencia. La película se presentó en México en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, donde además de obtener el premio del público, fue presentada por la actriz finlandesa Alma Pöysti quien interpreta a Ansa, una joven cajera que tiene un encuentro fortuito con el joven Holappa (Jussi Vatanen), dos almas solitarias que tienen dificultades para volver a encontrarse.

Tuvimos oportunidad de conversar con la actriz finlandesa, quien nos compartió la experiencia de trabajar con tan peculiar cineasta, el ambiente en el set, cine silente y el trabajo actoral.

Butaca Ancha (BA): Imagino que conocías muy bien el trabajo de Aki Kaurismaki antes de trabajar con él, pero sería muy bueno saber cómo es que llegaste a conocer su trabajo y si tenías preferencia por alguna de sus películas en especial…

Alma Pöysti (AP): Sí, lo conocía bastante bien. Creciendo en Finlandia es muy difícil no hacerlo. Es absolutamente fantástico. Antes de trabajar con él, revisé todas sus películas para prepararme y debo decir que tengo un cariño muy especial por La Vie de bohème (1992). Realmente creo que es una obra maestra, tan trágica, tan divertida, tan bella y el trabajo de los actores es simplemente deslumbrante. Esa es mi respuesta hoy, pero mañana puede ser Ariel (1988) o Al otro lado de la esperanza (Toivon tuolla puolen, 2017)…

BA: Tu personalidad tiene una frescura y una vivacidad muy particular, ¿qué tan retador fue para ti sintonizar con la atmósfera más lúgubre y melancólica de los mundos de Kaurismaki?

AP: Diría que fue bastante fácil. Solo fue cuestión de simple concentración. Desde que leí el guión me pareció absolutamente hermoso. Es hasta distópico y la noche que lo leí me dí cuenta que, como actriz, no necesitaba añadir nada más ni sugerir alguna cosa que sintiera faltaba al personaje. Fue todo lo contrario, mi trabajo fue llegar en un estado de pureza y honestidad en el grado más alto posible. Es raro, es actuar y no actuar al mismo tiempo, es una forma de honestidad muy peculiar. Puedes elegir hacer expresiones o gestos muy grandilocuentes y pensar que con eso irás más profundo, pero más bien son las expresiones y gestos más pequeños los que te llevan aún más lejos…a un lugar lleno de vida…

BA: Eso me recuerda mucho a la forma en la que se manejaban los actores durante el cine silente… No sé si tú tenías en mente alguna referencia o varias referencias para ir acercándote al personaje y sus gestos mínimos…

AP: ¡No, nunca hago eso! Evito modelarme en alguien más porque creo que eso me llevaría en una dirección deshonesta. Y si lo hiciera, tendría muchísimo cuidado. Mientras veía todas las películas de Aki Kaurismaki, me adentré por completo en ese tono y encontré conexiones muy claras entre todas, es importante mantener esa cohesión. No es tanto un asunto de copiar lo que hace Kati Outinen, por ejemplo, que es maravillosa, sino que más bien Aki quería que hiciera lo mío, sin tratar de modelarme en Kati. Entonces traté de apegarme a esa estética en especial. Desde luego que crecí viendo también películas de Charles Chaplin, Buster Keaton con los que siento que Aki mantiene una conversación muy hermosa y franca en su trabajo.

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BA: Y desde luego algo esencial para ese diálogo recae mucho en el trabajo físico, el desenvolvimiento de los actores. En ese sentido, ¿cómo son las indicaciones que Aki Kaurismaki da como director a sus actores? ¿Tiene una metodología precisa? Parece que no hay un trabajo extenso de “construcción de personaje”, pero existe algo mucho más profundo que personajes en juego y se convierten en personas cuyos gestos revelan mundos enteros…

AP: Es maravilloso, cálido y muy alentador en su forma de dirigirnos. Ha trabajado con casi el mismo equipo durante cuarenta años y se conocen muy bien, pero nos recibieron a nosotros, los nuevos, de forma muy calurosa. Hablamos mucho con él, constantemente hace referencias a otras películas, libros y música, entonces también se convierte en un viaje de aprendizaje. También de una forma de hacer cine que ya no existe más. Eso te da una enorme confianza. Nos pide que no ensayemos y prefiere hacer todo en una sola toma, lo cual es una bella e intimidante paradoja pero cuando entiendes por qué y que busca un momento específico en el que algo pasa, eso lo hace algo muy valioso.

Todos en el set sabemos que eso solo va a pasar una vez así que nadie puede fallar, la presión es considerable y la concentración en el cuarto es muy bella y alta. Si acaso alguno llega a fallar, lo hacemos de nuevo, y si es un completo desastre, hasta tres veces (risas) pero añade algo indeseable. En cuanto tienes que repetir algo, comienza a volverse falso, finges el momento, se desgasta. Me gusta la forma en la que Aki cuida ese momento y lo real que fue para todos. Te podría decir que casi toda la película fue hecha en una toma…¡y funciona!

BA: Hablando sobre el ambiente en el set. Lo que sé de ella, por lo que he leído y escuchado, es que es muy diferente del tono mismo de las películas, que hay mucha diversión y camaradería muy jubilosa, enérgica. ¿Cuál fue tu experiencia en ese ambiente?

AP: ¡Fue hilarante! Es tan divertido. No solo Aki, sino todo el equipo. Hay chistes y bromas muy bien colocados entre cada toma y a veces siento que tienen un lenguaje secreto que han desarrollado entre ellos a lo largo de años de trabajo. Por ejemplo, alguien silba y de repente una luz se mueve o algo cambia. Eso es realmente bello de experimentar…

BA: Sabemos que en tu película anterior, interpretaste a Toby Janssen, la creadora de los Moomins, que también es un auténtico hito cultural en Finlandia. ¿Cómo se percibe en tu país natal tu involucramiento con íconos tan representativos de la cultura finlandesa?

AP: Realmente me cuesta trabajo creerlo. Es intimidante pero me honra, debo decirlo. Me siento extremadamente feliz y trato de hacer lo mejor posible. Cuando tienes oportunidad de hacer esto, es como recibir un regalo del que debes cuidar. Tengo un gran amor y admiración por estas personas y eso me da la responsabilidad de humanizarlos, de no dejarme ser intimidada por ellos y poder acercarme a ellos como artista, desde mi formación particular.

BA: ¿Qué nos puedes decir de la recepción de la película en Finlandia?

AP: Ha sido maravillosa. La primera vez que la exhibimos fue en una función en un circo al norte de Finlandia y la gente se volvió loca. Estrenamos allá hace un mes y ha tenido más de 70,000 espectadores, lo cual es enorme en Finlandia y tuvimos críticas estupendas. La película da una sensación de calor y esperanza, lo cuál ha sido recibido con mucha gratitud con la película, sobre todo porque es muy honesta con el lado más rudo de la vida, pero le da espacio al corazón y por ello da tanta esperanza.

Por JJ Negrete (@jjnegretec)

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