‘Terminator Génesis’: Back to basics

Una nueva entrega para la saga Terminator, ésa que desde Terminator 2 – El día del juicio (Terminator 2: Judgment Day, James Cameron, 1991) parece perdida. Terminator Génesis (Terminator Genisys, Alan Taylor, 2015) causa emociones encontradas, pues su director (responsable de varios episodios de Games of Thrones), su cast (con Arnold de vuelta) y la nostalgia siempre presente, causan una esperanza que se enfrenta ante el pesimismo ya incrustado en la conciencia del espectador, a sabiendas de que terceras, cuartas y quintas partes nunca son buenas.

La premisa no dista mucho de lo que entabla la saga desde su primera entrega; desde el futuro se manda a una inteligencia artificial para terminar cono Sarah Connor (Emilia Clarke) y así evitar que la resistencia humana logre terminar con la dominación robot. Sin embargo el gran héroe, John Connor (Jason Clarke), logra enviar a Kyle Reese (Jai Courtney) a proteger a su madre. El enviado llega a 1984, esperando encontrar a una débil y tierna Sarah, pero nada es como lo espera.

Terminator Génesis juega desde un principio con la nostalgia. Sabe a lo que juega y con quiénes está jugando. No sólo crea una secuencia funcional de guiños y referencias a las dos primeras cintas, las mejor estimadas; también logra crear ambientes similares a las cintas de los 80 y 90. La puesta en escena juega con nuestra nostalgia, y eso se agradece; no es sólo hacer leña del árbol caído, no es sólo forjar una historia de easter eggs que creen sonrisas: es crear todo un cúmulo de viejas y nuevas experiencias. Porque sabemos lo que viene. Para nadie es ni será sorpresa la trama, pero se utiliza esta misma clarividencia para involucrarnos, para hacernos niños/adolecentes otra vez, y creer, creer que Terminator viene detrás de ti, y tienes que confiar y temer, reír, llorar.

Uno de los puntos fundamentales y más fuertes de esta entrega se origina en su reparto. El regreso del Schwarzenegger es un gran y certero acierto. No es que su grandiosa actuación se lleve las palmas, eso ya lo sabemos, pero su sola presencia es una válvula de escape importante. Él, y sólo él, puede componer un mal chiste con una grotesca pero encantadora sonrisa. Él y sólo él es capaz de citar el I’ll be back de la manera correcta, por muy forzada que esté dicha frase. Emilia Clarke también sabe cómo sostener la fuerza de su personaje. Caracterizada de manera muy similar a Linda Hamilton, Clarke logra dotar de nueva fuerza a Sarah Connor. Decide no clonar lo que hizo su predecesora, sino otorgar una nueva heroína para una nueva generación, y lo logra.  Tal vez el punto más débil recae en Jai Courteney, pues su carisma no es un punto sobresaliente, y aunque su personaje debería ser uno de los más atractivos, comparándolo, no logra sostenerse por sí solo; hasta J.K. Simmons, con menos segundos de pantalla, logra ser más entrañable.

Pero no todo es una remembranza. Después del primer acto y el correcto planteamiento de lo que será la cinta, ésta rompe con lo conocido y comienza a vivir por sí sola. Tampoco es que se deba esperar mucha profundidad filosófica o científica en torno a la trama. La ciencia ficción no es dura, pero tampoco es una space opera; entabla bien las condiciones y las explota para lo necesario. Habla de líneas temporales paralelas, de universos alternos y se justifica bien para lo que le funciona. La subtrama romántica, siempre necesaria, es obvia por momentos pero sin caer en lo meloso, claro, salvo al final, porque así debe serlo. La acción está siempre ahí, latente y presente, con explosiones, disparos, persecuciones, autos volcados y robots prácticamente invencibles. Y en cuanto a los cuestionamientos sociales/morales que se entablan, estos resultan obvios, sin ser una crítica severa y concisa, pero que a final de cuentas expone muchos de los miedos del mundo moderno, sobre todo en cuestiones de tecnología.

Terminator Génesis es la cinta obligada del verano para los que queremos añorar aquellos años, y para los que buscan nuevas emociones. Logra revivir una serie que sin duda seguirá; espero que logre acercar a un nuevo público a los clásicos. Terminator Génesis tal vez no se convierta en uno, pero estará en lo mejor del año.

Por Ali López (@al_lee1)

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