‘Día del atentado’: Patriotismo americano

Las incidencias del terrorismo son los azotes más comunes en el área de inseguridad social que padecen diversas regiones en el mundo en la actualidad. Los noticieros se ven inundados constantemente por noticias en las que la violencia, sus perpetradores y las pérdidas humanas acaparan la atención mediática y la opinión pública.

Estados Unidos guarda memoria de los ataques terroristas de los que ha sido víctima en las últimas décadas. El atentado al Maratón de Bostón, ocurrido el 15 de abril de 2013 en Massachussets, marcó un hecho sin precedentes en un evento deportivo tradicional de la localidad, efectuado con cabalidad desde 1897. Con la intención de reconstruir la trágica sucesión de hechos y rendir homenaje a sus víctimas y a los encargados de capturar a los responsables, Día del atentado (Patriot´s Day, 2016) abarca, de manera cronológica, la suma de acontecimientos que moldearon a la investigación, así como su previsible resultado.

El realizador Peter Berg, familiarizado con la recreación de biopics concernientes a incidencias de supervivencia, como el destino de un grupo de soldados en la guerra en Afganistán en El sobreviviente (The Lone Survivor, 2013) y la explosión de una plataforma petrolera en Horizonte profundo (Deepwater Horizon, 2016), preserva las dosis de thriller de dichos trabajos para conjugar, con pizcas de documental, imágenes reales de la carrera que le otorgan realismo al relato.

Las usuales perspectivas múltiples conformadas por las víctimas, los investigadores y los policías que participaron en su resolución, crean un buen ritmo y narración en los sucesos, presentando una pizca de retrato humano con la cotidianidad de vida de algunos involucrados antes de su involucramiento en el percance.

A su vez, la tensión creciente en el relato resalta en su desarrollo y en el thriller, además de otorgar fluidez al relato. Berg, respetando el tono oscuro que caracteriza a los sucesos, aborda el pánico ante situaciones peligrosas y otorga una eficaz precisión y dinamismo en el desenvolvimiento de los hechos, presentada a través de dignas secuencias de acción como la explosión de las bombas en el maratón y sus consecuencias, así como la cacería de los culpables.

No obstante, la trama peca un poco, y de manera innecesaria, de un tono patriótico que exalta en demasía la figura del americano, resaltado por la presencia de footage del ex presidente Barack Obama y la reiteración de la bandera nacional, perdiendo oportunidad para otorgar una reflexión más universal en torno a los funestos alcances del terrorismo.

Sin caer en sentimentalismo y acompasado por el buen desempeño del elenco y el cuidado en su ejecución, el nacionalismo que impera en Día del Atentado opaca su premisa, pero sale adelante gracias a la mezcla de oscuridad y la importancia de la unión fraternal en tiempos difíciles.

Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)

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