RMFF | ‘Under the Skin’: La experiencia alienante

Todos los años alguna película de ciencia ficción recibe la etiqueta de ser “la próxima 2001: Odisea del espacio”. Desde producciones más cercanas al blockbuster –como Inception (2011)– a ejercicios más personales o, dependiendo del caso, de vena más artística –como Upstream Color (2013), es entendible la comparación; la cinta de Stanley Kubrick –y su filmografía en general– tiene un contenido profundo de forma y fondo, la ambición de cualquier cineasta con aspiraciones autorales. Es una comparación injusta. Pocas sostienen el mote más allá del hype. La elegida este año para recibir el título es Under the Skin (2013), del británico Jonathan Glazer.

Una misteriosa mujer (Scarlett Johansson, más corriente que sexy) pasa sus días seduciendo hombres; a bordo de una camioneta recorre las calles escocesas pidiendo instrucciones, coqueteando y subiendo al vehículo a machos solitarios sólo para llevarlos a un extraño lugar y, al desaparecerlos, comenzar de nuevo el ritual.

En su tercer largometraje (Sexy Beast, 2000; Birth, 2004), Glazer está más interesado en el flujo visual que en explicar la película, priorizando la experiencia sensorial sobre la narrativa. Las secuencias son desconcertantes, sublimes, extrañas y terroríficas por momentos, imbuidas por un ritmo hipnótico que algunos, sin duda, encontrarán frustrante. Lo normal pasa a ser extraño y viceversa. Glazer no busca responder, sino preguntar.

¿Qué hacen estos seres en nuestro planeta? ¿Qué buscan? ¿Por qué una especie tan cínica y poco solidaria como la nuestra podría atraerles? Son las mismas cuestiones que se presenta el personaje principal conforme avanza; su propósito o fin nunca queda claro, ni para ella misma –en la novela de Michel Faber, en la que se basa el guión, los extraterrestres nos quieren para consumo; aquí no podría importar menos. Está en el espectro exactamente opuesto de Especies (Species, 1995), por ejemplo.

Johansson es la representación de esa ambivalencia, dejando en casa su lado más glamoroso/sensual para lucir imperturbable un segundo y vulgarmente atractiva al siguiente. Sumado a la textura del producto final, a pesar de su continuo contacto con hombres, nunca podrá ser uno, sólo es un alienígena. Es una actuación de gran control físico –como en Don Jon (2013)–, una característica como actriz muchas veces desdeñada/confundida por su gran presencia sexual.

Under the Skin es una película difícil, incluso indescifrable en ciertos pasajes. Para Glazer la humanidad es un grupo lleno de soledad, desinteresado en el otro. Un sentimiento que termina por contagiar a nuestro extraterrestre hasta enajenarlo. Glazer ha creado una experiencia única –a pesar de todas sus influencias–; compararla con otra es un error. Así jueguen en la misma cancha.

Por Rafael Paz (@pazespa)

    Related Posts

    Croissants desde Cannes 2023 – Día 3
    Las 100 películas de la década
    Historia de un matrimonio y lo que fue
    Diarios del TIFF 2019 – El divorcio gentil
    ‘La vigilante del futuro: Ghost in the Shell’: Johanbots
    Primer tráiler de ‘Ghost in the Shell: Vigilante del futuro’

    Leave a Reply