A César, mi compañero de oficina.
Cuando trabajaba en el Diario Oficial veía mucho cine musical, más que ahora. Siempre me ha gustado el rock y sus vertientes fílmicas. En el trabajo le pasaba las películas a mi amigo César, quien en general respondía ante mis propuestas musicales un rotundo “no soy roquero, pa”. Con el tiempo, mi amigo y yo coincidimos en ciertas obras, nos abrimos, debatimos y otras francamente nos jaloneamos. Sin embargo, después de un tiempo, coincidimos o llegué a la conclusión de lo importantes que son las obras que aquí muestro; unas las vio él también y otras sólo las platicamos, tal vez unas cuatro.
Hay ciertos rockumentaries que me parecen francamente innecesarios como aquel concierto de los Rolling Stones filmado por Scorsese o esos de bajo perfil que ahora acompañan a las versiones CD de los álbumes. Otros tantos son divertidos y anecdóticos, como el de Lemmy de Motorhead o el reciente dedicado al fallecido Illy Bleeding. La lista es muy reciente, pero creo que las diez son sumamente importantes y memorables, y dicho sea de paso, tiene el aval de más de veinte amigos que no son del todo roqueros de cepa.
10.- The Future is Unwritten, Joe Strummer | 2007 | Julien Temple
Julien Temple es uno de esos directores que está autorizado para hablar del punk en sus películas y pongo en el número diez su trabajo, sencillamente porque me parece que en muchos aspectos debería ser el modelo de un “buen documental” roquero.
Muy largo y en ocasiones francamente sobre ensalzado (las intervenciones de Bono de U2 me parecen exageradas), pero éste podría ser el documental de rock por excelencia. Abarca toda una vida, es de largo aliento, pasa por los primeros años como okupa de Strummer, su infancia, su ola de excesos y éxitos con The Clash, su caída y difícil regreso a los escenarios, su cambio de mentalidad, y su influencia en otros músicos. Algo más que punk, este documental es un trabajo atractivo visual y discursivamente, una fotografía apropiada de la cultura popular y una claridad que no cansa.
9.-The Beatles Anthology | 2003 | Geoff Wonfor y Bob Smeaton
Hay de documentales de largo aliento, a documentales largos. Ésta es una caja con la friolera de 5 DVDs que narra casi todos los detalles que queríamos saber –y los que no– del cuarteto de Liverpool.
Sí, que todos amamos a los Fav Four y son los dioses, sí, que algunos los odian por fresas y sumamente cursis, lo cierto es que son el cliché y parangón roquero de un montón de cosas, como Elvis Presley, las chamarras de cuero o el flower power y el mundo de las drogas.
Sus documentales solos, hasta ahora Lennon y Harrison, son interesantes y en el caso de Harrison es una maravilla, pero para quien no es completista éste es el bueno. Son para verse en episodios, pero recomiendo verlo de jalón: sus nalgas se las mentarán pero terminarán cantando.
8.- American Hardcore | 2006 | Paul Rachman
Basura blanca de los ochenta, furia, y uno de los géneros más extremos y contundentes del rock: el hardcore. A la chingada los acordes, los intros y los coros pegajosos; un, dos, tres, va. Rabia, patinetas, Black Flag, Circle Kerks, Minor Threat, Poison Idea, y un kilométrico etcétera son retratados con crudeza y vértigo en este filme.
La influencia del hardcore norteamericano es tal, que nos sorprendería la cantidad de tipos que desfilan por este documental sin paralelo: Beastie Boys, Moby, Red Hot Chili Peppers… la peligrosidad y el lado más radical de los jóvenes ya casi no está presente en el rock, pero esta película es un recordatorio de lo que a veces significa sentirse atrapado en un sistema. Pura energía.
7.- Part of the Weekend Never Dies, Soulwax | 2008 | Saam Farahmand y Soulwax
En prejuicios se pierden oportunidades de conocer a una banda ponderosa, roquera y electrónica como lo es Soulwax. La gente que despreció lo que ellos mismos llamaron como New Rave, y el paso a llamar a todo hipster ha hecho que para muchos este documental no tenga aún la justicia que merece.
Quizás la lógica del documental sea demasiado sencilla, sí: 120 shows filmados a manera de concierto, con espacios tras camerinos; las fiestas, los excesos, el lado físico, el administrativo, todo bajo los bajos y beats de poder de estos amos de la pista de baile divertida, que además son también una maravilla en los platillos remezclados, con 2manyDJs. Después de ver este filme lo único que quiere uno es fiesta.
Roqueros con ideología: sí, es un documental pijo. Sí, habla de un estrato social con gente que consume, les gusta la fiesta y se comporta de manera banal. Pero la música es un golpe directo a la cara y a las piernas, es disfrutar como si no hubiera más. LCD Soundsystem, Peaches, The Claxons, The Rapture, Phoenix; todos se les cuadran a los hermanos Dewaele.
6.- I am Trying to Break Your Hearth, Wilco | 2002 | Sam Jones
Poco más de 90 minutos acerca de cómo una banda de Chicago casi se desmorona grabando un disco más en su haber, y cómo pasa a revolucionar parte de la industria discográfica, y cómo se logra la madurez creativa y la trascendencia artística.
Filmada en blanco y negro, I am Trying… es una película cruda, casi sin entrevistas exclusivas, todo es una especie de reality tras bambalinas sobre lo que cuesta dar con una voz propia. Folk, experimentaciones sonoras, pop de la mejor factura y sensibilidad al tope. Paisajes lluviosos que nos evocan y nos hablan de lo inevitable. Wilco es una gran banda, y este documental es la piedra angular de ese momento.
5.- No Tuvo Tiempo, la Hurbanistoria de Rockdrigo González | 2004 | Rafael Montero
No sé si éste sea el mejor documental de rock mexicano, pero sí uno de los más dedicados. Tampoco creo que sea un buen documental, hay ahí un halo de sobrelectura que me incomoda, sin embargo sí le hace justicia al Profeta del Nopal ante quienes no conocen el tamaño de su repercusión en la cultura roquera nacional.
Alguna vez hubo quien tuvo la desfachatez de llamar a Rodrigo González el Bob Dylan mexicano. Más allá del detalle jocoso, los albures y la grasa, González fue un letrista importante, ingenioso, divertido y a la altura de cualquier ‘gran artista’, pero el terremoto le llegó antes, y la duda sobre si hubiera ido hacia el rock urbano o hacia algo más interesante y sustancioso queda en el aire. El papá de Amandititita es homenajeado con una historia que abarca cómo se hizo chilango, cómo le costaba su incipiente fama y cómo creaba una cosmovisión llena de filosofía, nopales y paisajes gandallas. Toda una revelación para quienes reniegan de lo nacional, y un pasón para los fans.
4.- No Direction Home, Bob Dylan | 2005 | Martin Scorsese
Un documental grande para un artista de la misma talla. La leyenda del ‘voz horrenda’ por fin fue contada y la narrativa es un regalo a nuestra inteligencia, ya que sí es lineal pero a saltos, y todo regresa a un momento crucial en la carrera del autor de Like a Rolling Stone, cuando cambia a la guitarra eléctrica y se enfrenta ante toda una generación cerrada que no agarra la onda en Europa.
Sus ideas, su influencia musical y su constancia son reflejadas aquí con un excelente archivo que es montado en más de dos horas. Si no eres fan de Dylan, éste es el bueno para entrarle. Y si sí eres fan, seguro ya la viste y te preguntaste ¿por qué tardó tanto en salir?
3.- A Bookshelf on Top of the Sky, 12 Stories About John Zorn | 2002 | Claudia Huermann
Ésta podría ser la contraparte al documental de Dylan: artista legendario y difícil, experimental, multifacético, sumamente judío y transgresor, en un documental sin par, independiente, abstracto, a cachos, sin narrativa clara.
Sin ser tampoco un reto a nuestras entelequias, la cinta es una opción completamente distintiva de este saxofonista, compositor, director y artista sonoro y teórico musical que es John Zorn.
El jazz punkeado, el hardcore ordenado, satanismo y literatura en la música, composiciones que son juego y experimentaciones que son libertad. Todo un tour de force para quien se dice ‘fan de la música’ de hueso colorado.
2.- The Fearless Freaks, Flaming Lips | 2005 | Bradley Bessley
Bessley ha sido amigo de toda la vida de los Flaming Lips, banda roquera de Oklahoma que tiene detrás toda una buena historia que contar, llena de altibajos, psicodelia y drogas, por lo que tiene archivo suficiente y un sentido fiel de qué va la cosmovisión de los Flaming como para hacer un trabajo, de menos, interesante.
La película no sólo narra la historia de los Lips, sino de cómo fue la vida, amistad y hermandad de la familia Cohen, de cómo sembraron el paso para una de las mejores bandas de pop de todos los tiempos, y de lo difícil y ambiguo que son las palabras éxito y talento.
Dramático en momentos (la secuencia del chute de heroína de Steven Drodz es apabullante), jocoso a ratos, Fearless Freaks es un documental hermoso, lleno de color y amor a la vida, pero también de mugre, lágrimas y marihuana. Para mí, es uno de los mejores documentales de todos los tiempos.
1.- The Devil and Daniel Johnston | 2005 | Jeff Feuerzeig
Antes le llamaban maniaco-depresivo, hoy es trastorno bipolar, y muchos artistas lo han padecido. Y cuando le metes al diablo y al ácido, todavía peor. La historia de Daniel Johnston es sencillamente conmovedora, este documental podría subtitularse como ‘cómo lograrlo pese a sí mismo’.
Johnston siempre se vio a sí mismo como artista, pero no tenía la voz ni la pulcritud que el mainstream requiere, sin embargo se aferró, pese a su difícil enfermedad y sus consecuencias, influyendo en bandas tan importantes como Sonic Youth, Mercury Rev, Yo La Tengo, Flaming Lips, Nirvana, entre muchos, muchos más.
Tierno, triste, desafinado, cotorro y sumamente colorido, este documental es un verdadero poema que nos recuerda por qué sigue siendo bueno soñar, crear y mantener la mente en ese lado en el que se quiere estar.
Por Ricardo Pineda (@RAikA83)