La vieja guardia y la frágil inmortalidad

La inmortalidad es un tópico que propicia una reflexión al tratarse de un rasgo imposible de adquirir para un ser humano en el terreno de la realidad. Entrevista con el vampiro (Interview with the Vampire, 1994) representa la imposibilidad de envejecer, sobre todo para la pequeña Claudia, condenándola a cumplir años indefinidamente sin experimentar la adultez. El toque guerrero de Highlander (1986) enfatiza en la prevalencia del honor, obligando a diversos hombres con eterna juventud a combatir en duelos a lo largo de los siglos hasta el último combate y la decapitación de su penúltimo participante para obtener un premio especial.

Rememorando en detalles al periplo de Connor MacLeod, La vieja guardia (The Old Guard, 2020) retoma el precepto centrado en guerreros inmortales que, en sus menesteres por ayudar al prójimo, son descubiertos y puestos a prueba en su lealtad. El relato, haciendo más énfasis en la acción que en el contexto de su narrativa, muestra a Andy (Charlize Theron), Booker (Matthias Schoenarts), Joe (Marwan Kenzari) y Nicky (Luca Marinelli), un equipo de mercenarios que descubrirán a Nile (Kiki Layne), su nuevo integrante, y deberán luchar por proteger sus identidades de intereses de poder.

Basada en la novela gráfica de Greg Rucka, la adaptación cinematográfica del propio creador coloca a sus personajes como testigos de constantes guerras, violencia y conflictos civiles, con el mundo empeorando en su humanidad con el transcurso del tiempo. La realizadora Gina Prince-Bythewood enfatiza en sus mujeres protagonistas, quienes más padecen los estragos de vida eterna. Andy (Theron llevando sobre los hombros el filme) muestra hastío natural a causa de su condición, llevando a reconsiderar la valoración del tiempo y la mortalidad al conocer a la joven Nile.

Sin embargo, a pesar de contar con una premisa interesante y un notable women power que lleva las riendas de los acontecimientos de la trama, el filme es incapaz de sacudir las convencionalidades de su género, con subtramas planas y personajes masculinos poco desarrollados, además de contar con una dirección convencional y un feble soundtrack que no logra acompasar el dinamismo de las escenas de acción.

A pesar de pisar constantemente el cliché y de la fragilidad de una premisa que prometía en su propuesta, La vieja guardia es un entretenido filme que funge como el vehículo de lucimiento para Charlize Theron y las mujeres que la acompañan en la odisea.

Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)

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