‘Hijo de Dios’: Un Jesús de estampita

Desde los inicios del cine, la historia del Nuevo Testamento resultó atractiva para productores buscando sacar plata o, en algunos casos, llevar sus creencias religiosas al mayor público posible. Georges Sadoul habla de una versión de la Pasión de Cristo –titulada Veus représentant la vie et la passion de Jésus-Christ– que data de 1987. Cristo debe de tener más encarnaciones que Batman y Superman juntos.

La mayoría de las adaptaciones cinematográficas de la vida de Jesús de Nazareth se recarga en el lado religioso del personaje, sus milagros, su vida apostólica y sus charlas con Dios. Además, al ser hechas por cristianos/católicos temerosos de faltar a su credo y optan por hace lucir todo impecable, ni una roca, cabello o mancha de sangre luce fuera de lugar. Pocos se han atrevido a cuestionar los dogmas de fe, como Scorsese en La última tentación de Cristo (The Last Temptation of Christ, 1988) oPasolini en El evangelio según San Mateo (Il vangelo secondo Matteo, 1964), y han sido atacados por ello, mientras la literalidad llevada al extremo de La pasión de Cristo (The Passion of the Christ, 2004) es aplaudida. De esa forma llegamos al nuevo intento por sacarle a los creyentes unos cuantos centavos:Hijo de Dios (Son of God, 2014)

El filme dirigido por Christopher Spencer es una versión bastante conservadora del relato bíblico, busca retratar más que cualquier otra cosa el periplo de Jesús desde los días previos a su alumbramiento hasta su regreso con los apóstoles acompañado de la buena nueva de la resurrección y su posterior viaje misionero. Si en algún momento sienten que la acción se torna episódica como en una serie de televisión, es porque Hijo de Dios fue “tomada” de una popular mini-serie de televisión de los Estados Unidos: La Biblia (The Bible, 2013).

Al ser una interpretación correctísima, al grado de hacer ver a su protagonista (Diogo Morgado) en permanente gesto bonachón, inundado de la gracia de Dios. Como si estuviera en medio de una audición para ser la imagen definitiva del nazareno en las estampitas de la iglesia. Quizá el rasgo más destacado sea ver a María Magdalena incluida en la dinámica del grupo de apóstoles, sin el estigma de ser una prostituta rescatada.

En algún momento de la película, se muestra la famosa escena en que Jesús corre, azota y regaña a los vendedores que colman el Templo por profanar el sagrado lugar para llevar a cabo sus vulgares tratos comerciales. De estar en la Tierra, ¿castigaría el Mesías a estos productores que decidieron lucrar con su historia de la manera más anodina posible? No puedo esperar a ver esa secuela.

Por Rafael Paz (@pazespa)
Publicado anteriormente en Forbes México.

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