Cita sangrienta y la comedia roja

En los terrenos de la comedia, es común encontrar perspectivas de la virginidad en la adolescencia, dominando los tonos gamberros que incluyen también drogas, alcohol, sexo, descontrol y la asimilación de las experiencias en American Pie (1999) y SuperBad (2007), así como el punto de vista femenino, paternal y maternal en Blockers (2018).

Cita sangrienta (Double Date, 2017), además de agregar los elementos usuales de la vertiente del género, aborda otra perspectiva de la temática a través del terror. Jim (Danny Morgan), quien ha gozado de nulo éxito en el romance y con las mujeres, conocerá a Kitty (Kelly Wenham) y Lulu (Georgia Groome). En compañía de su amigo Alex (Michael Socha), estarán involucrados en un plan macabro que pondrán en peligro sus existencias.

Reminiscente del tono humorístico de Virgen a los 40 (The 40- Year Old Virgin, 2005), el realizador Benjamin Barfoot, en su ópera prima, se aleja del romance idílico y añade al gore como el aspecto dominante de su premisa, así como a la agresión física causada por la obsesión inspirada en Atracción fatal (Fatal Attraction, 1987).

El guion, del propio Danny Morgan, resalta no únicamente una irreverencia situacional que rodean a sus personajes, sino también recurre al estereotipo de los mismos en sus personalidades introvertidas y extrovertidas. Su protagonista, un hombre bonachón y con torpeza para manejar su vida romántica, tiene una familia incómoda que enfatiza en el origen de su temperamento nervioso. Alex, como su amigo incondicional, es el que empuja los sucesos de su premisa principal.

A su vez, intercala de manera paulatina la preparación de sus protagonistas previa a la ansiada cita: los hombres buscando impresionar a las hermanas sin conocer de fondo sus intenciones y a las mismas mujeres trabajando en los detalles del ritual que involucra asesinatos.

Lo predecible de la misma, la cual alarga demasiado el desarrollo del relato, se contrasta con los momentos gore vislumbrados desde sus créditos iniciales, así como en los instantes de empatía entre Jim y Lulu, donde la confrontación y el instinto de supervivencia mejora en su propuesta, desplegándose una reunión acalorada entre agresiones, hematomas, sangre, humor negro y hechicería.

Si bien ambigua en el contexto de su parte esotérica e irregular en su aspecto visual y ritmo, Cita sangrienta cumple con los estándares en cuanto al slasher se refiere, sin tomarse demasiado en serio su trama para únicamente desplegar de manera original la curiosa peripecia de un hombre entrado en sus treintas que busca abandonar la virginidad.

Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)