‘Está detrás de ti’: Horror venéreo

Pareciera ser que desde sus orígenes durante los años 20, su posterior auge durante los 50 y la, aparentemente inalcanzable madurez de los años 70, el horror cinematográfico se ha decantado por la preservación de cierta noción de pureza, una que busca eliminar toda corrupción de espíritu impuesta por los antivalores asociados a la figura del “diablo”, siendo uno de los más recurrentes el de la carnalidad. Por ende, no resulta extraño que gran parte de las figuras que gozan de mayor popularidad en el imaginario colectivo estén asociadas a una paralizante seducción, como Drácula en sus múltiples variantes, o a una violenta castración, como Jason Voorhes de la saga Viernes 13 o el Freddy Krugger de Pesadilla en la calle del infierno.

El sexo entre adolescentes, dentro de la cultura puritana occidental, es una de las faltas más atractivas y, quizá, una de las más explotadas en el cine de horror contemporáneo. Es el peligro y el miedo al sexo lo que impulsan la sagaz metáfora venérea del cineasta estadounidense David Robert Mitchell, Está detrás de ti (It follows, 2014), presentada con gran éxito en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes el año pasado y que sigue la historia de Jay Height (Malika Monroe), una joven que al mojar la brocha sin culpas con un jock gringo, contrae una extraña maldición en la que un ente, pudiendo tomar la forma de una persona extraña o conocida, la perseguirá a perpetuidad hasta matarla, a menos que pueda “pegársela” a otra persona, ávida de unos tallones.

Mitchell, consumado esteta después de su debut The Myth of the American Sleepover (2010), presenta una visión singular y refrescante dentro del decadente, genérico panorama temático y estético del cine de horror, a través de un hábil revisionismo, tanto de estilo como de fondo, de grandes hitos de los años 70, particularmente la figura del legendario cineasta y músico, John Carpenter (Halloween, 1978).

Está detrás de ti es un filme de una aguda sensibilidad temática, por la precisa captura que hace de la ansiedad adolescente y su perpetuo anhelo de contacto, mientras, estéticamente, Mitchell retoma la prístina y ambigua inocencia de la Carrie (1976) de Brian De Palma, la inquietante atmósfera de Poltergeist (1982) y la perturbadora distorsión de lo cotidiano de El resplandor (The Shining, 1980) de Kubrick, pero la más grande deuda del filme yace con Carpenter.

Desde las múltiples referencias al clásico Halloween, como la silente persecución del imponente Michael Myers, el suspenso se ve potenciado por el vivido score creado por Rich Vreeland, mejor conocido como Disasterpiece, basado en sintetizadores y ruido de fondo que evocan desde gritos ahogados hasta chirriantes llantos, así como por la hiperestilizada fotografía de Mike Gioulakis, impregnada de una fina textura vintage.

Está detrás de ti funciona mejor como una estilizada metáfora que cuenta con una riqueza en el detalle, particularmente de la transformación que sufre Jay después del fatídico coito, una que mezcla la melancolía de la infancia con el miedo a las responsabilidades adultas. A pesar de contar con situaciones y algunos momentos francamente inverosímiles que rompen la cadencia cerca del acto final, Está detrás de ti nos devuelve la paranoia y el miedo anclado en lo cotidiano, un miedo que nunca detiene su marcha.

Por JJ Negrete (@jjnegretec)

    Related Posts

    Cannes 2018 | Día 9: De la liquidez pop y el fuego literario
    ‘Día de la Independencia’: El cliente siempre tiene la razón
    Las 10 del 15: lo mejor del año
    Nuevo tráiler de ‘Día de la Independencia: Contraataque’
    Chloë contra los otros en el tráiler de ‘The 5th Wave’
    La música de ‘Psicosis’ y ‘Está detrás de ti’