En apenas su tercera edición, los Cabos International Film Festival parece estar consolidándose en el gusto del público, gracias a una programación sólida, aunque no muy extensa, permitiendo que tanto el cinéfilo como el turista que escapa del calor puedan encontrar algo para ver sin importar el horario. En su primer día de actividades, después de una sensible apertura con Wild, la programación del festival destacó por conjuntar cintas con grandes ideas y sólidas propuestas, aun cuando no todas lograban entregar lo prometido. Esto fue lo que vimos en Los Cabos:
- A Girl Walks Home Alone at Night | Dir. Ana Lily Amirpour
Desde sus primeras tomas, llenas de una textura parecida a un sueño, el debut de Ana Lily Amirpour deja claro que su apuesta apela al lado más artificial y estético del cine, dialogos y actuaciones servirán para remarcar la nula intención de retratar la realidad. Influenciado fuertemente por el primer cine de Jim Jarmusch, este relato de vampiros cuenta la historia de Arash y una extraña chica que sale a morder yugulares con una burka por las noches, esta extraña pareja se encontrará irremediablemente atraída. A pesar de que el guión no pasa de la anécdota y contiene una historia bastante lineal, Amirpour demuestra tener un ojo desarrollado para encontrar momentos de extraña belleza, usar acertadamente a sus personajes -ese traficante con look de Die Antwoord se roba los primeros 20 minutos de la película- y generar secuencias donde la música y la imagen se complementan perfectamente sin caer en el vil videoclip. Habrá que esperar su siguiente trabajo para comprobar si su rango tiene más alcance que hacer tomas con mucha onda.
- México Pelágico | Dir. Jeronimo Prieto
Correctísimo documental sobre los esfuerzos de un grupo de amantes de los tiburones por preservar a la especie en la península de Baja California, de intenciones muy loables, la película no termina de cuajar por el protagonismo y la inocencia de los retratados, a veces rebasa la asombrosa vida marina que los rodea. Como documental no funciona del todo, sin embargo es una buena cápsula publicitaria para el trabajo que están realizando. Salvando al mundo un tiburón a la vez.
- Life Itself | Dir. Steve James
Roger Ebert fue hasta el día de su muerte uno de los críticos cinematográficos más reconocidos de su país y, quizá, el más famoso de ellos. Life Itself busca ser un tributo a la vida y carrera de Ebert, desde su nacimiento hasta los reconocimientos póstumos organizados en su nombre. Es un documental que suda amor por el biografiado y pocas veces crítica su figura, ésta es una celebración y se nota, todos los involucrados aparecen para alabarlo y cuando el lado más oscuro de Ebert está a nada de aparecer -su moralista crítica a Terciopelo azul, por ejemplo- se cambia el tema o se recurre al humor para aligerarlo. Es un buen primer paso si desconocen la obra de uno de los críticos más influyentes de Norteamérica y, posiblemente, el último con esa clase de popularidad.
- 20,000 Days on Earth | Dir. Jane Pollard & Iain Forsyth
Un día en la vida de Nick Cave, el 20mil para ser más exactos, es capturado por este juguetón trabajo de Iain Forsyth y Jane Pollard, donde la ficción y la realidad se mezclan hasta fusionarse. Escrita por el mismo Cave, la película busca aprehender la sustancia misma del artista, sin querer explicarlo realmente, mientras éste reflexiona sobre su trabajo o las cualidades histriónicas de su presencia en el escenario y su música. A pesar de lo atípico de su propuesta, 20,000 Days on Earth funciona, aun para aquellos que no sean grandes conocedores de Nick Cave.
- Mommy | Dir. Xavier Dolan
La carrera de Dolan parece estar llegando a un estancamiento, a pesar de que sólo tiene 26 años. Mommy es un resumen visual y temático de los aciertos en la filmografía del cineasta quebequense, un regreso a sus formas más conocidas si tomamos en cuenta que Tom en el granero era una ruptura.
En un futuro cercano, el gobierno canadiense pasará una ley con la que los padres pueden desentenderse de sus hijos si así lo desean y abandonarlos en una institución especializada sin juicio alguno. Diane (Anne Dorval) enfrenta el dilema de recurrir a la ley o a su instinto de madre cuando su hijo, el explosivo Steve (Antoine-Olivier Pilon), salga del psiquiátrico para iniciar una nueva vida.
Si Yo maté a mi madre (J’ai tué ma mère, 2009) era el intento de Dolan por mostrar lo miserable que era la vida de Dolan junto a su madre, en Mommy hay una intención por comprenderla y, de ser posible, disculparla. De esta manera el guión de la película vuelve una y otra vez -con sus dos horas y cacho da tiempo para eso y un par de videoclips- sobre los mismos tópicos. Dolan tiene a su favor que a pesar de su corta edad es dueño de una técnica depurada y eficiente, además de tener un buen sentido de la edición, que dan como resultado una cinta bastante entretenida y con mucha onda. Lástima que el realizador siga empecinado en terminar todas las secuencias en gritos, un poco de sutileza no le vendría mal a los personajes de Dolan.