Una butaca en el Super Bowl: Show me the money!

…de eso se trata el futbol americano. Jerry Maguire (Cameron Crowe, 1996) es la primera de cinco entregas que Butaca Ancha ha elegido para ponerse a tono con el Super Bowl, un evento que es mucho más que tacleadas, hombres en mallas ajustadas y cuatro horas de alitas, hamburguesas y todos esos alimentos que ponen a prueba el cinturón del más delgado a partir del tercer cuarto.

Para entender de qué va el súper domingo basta con sentarse a ver Jerry Maguire, eso sí, haciendo de lado el toque rosa del largometraje. Tal vez la actuación de Jonathan Lipnicki sea una de las más tiernas de la historia, pero ni el romance entre Tom Cruise y René Zellweger logra opacar la actuación de Cuba Gooding Jr. quien da vida a Rod Tidwell, uno de los reflejos más exactos de la excentricidad que impera entre los jugadores del futbol americano profesional.

Enseñar el dinero no es metafórico, basta conocer el hecho de que sólo por ir a jugar el Súper Domingo, cada jugador del equipo ganador se llevará 88 mil dólares como premio, sí Tom, yo también gritaría dentro de mi oficina como un desquiciado si una parte de ese bono fuera para mí. Y es por eso que Jerry Maguire es buena, porque sin meterse a escenas del juego, logra captar la esencia de lo que ocurre tras bambalinas de la NFL, sobre todo, la guerra entre representantes por un jugador.

Eric Fisher, primer selección global del Draft de la NFL en 2013, se creé que firmó un contrato por 22 millones con los Kansas City Chiefs, unos 2 millones 200 mil dólares en caso de que su representante tuviera el 10% de su contrato. ¿Ahora es más entendible el semblante congelado de Tom Cruise cuando se entera que Franck Cushman (Jerry O’Connell) firmó con el agente rival, cierto?

La cinta cumple a dos frentes y por eso es tan recomendable. Jerry Maguire entretiene a fanáticos deportivos por obvias razones, también lo hace con el público que no está tan familiarizado con ese mundo. Y ante un evento de dimensiones descomunales como lo es el Super Bowl, la manera ideal de empezar a comprenderlo es de a poco, sin reglas ni tacleadas, simplemente con una película que muestre a todas las personas que dependen del éxito de un jugador.

Rod Tidwell (Gooding Jr.) es una oda a los jugadores que el próximo domingo estarán jugando el partido más importante de su profesión. Su actuación podría aparentar algo de sobreactuación, pero cuando ganar o perder un Súper Tazón hace la diferencia entre un contrato millonario y uno con cuatro ceros a la derecha únicamente, sólo queda una cosa por decir: Show me the money!

Por Carlos Gorozpe (@Goroz_MU)

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