Hay momentos que sacuden naciones y se convierten en mitos. En historias de tertulia, donde todos creen saber qué pasó, pero a ciencia cierta nadie lo sabe. Momentos de los que nacen las teorías de conspiración. Recuerden que el Gran Hermano nunca deja de vigilar, dicen los que saben.
Los hechos que originan Colosio: el asesinato, la nueva película de Carlos Bolado, seguro son conocidos por la mayoría de los mexicanos, por si los olvidamos la página de la película nos da un pequeño recordatorio: “El 23 de marzo de 1994, el candidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional, Luis Donaldo Colosio, fue víctima de un atentado que acabó con su vida durante un mitin en Lomas Taurinas, Tijuana.”
A partir de ese fragmento de historia comienza la ficción, lo que se deja claro al comienzo de la cinta y en el sitio web. Sin duda Bolado toma algunos de los rumores que se escuchan en la calle, pero sin llegar al amarillismo o al proselitismo. De ahí que se omitan los nombres de dos personajes centrales. Digamos que ahí donde Cristiada falló por su evidente faceta panfletaria, Colosio acierta por la forma en que aborda el tema, bien podría querer ser una clase de historia con disfraz pero no lo intenta.
Cuando un tema se convierte en tabú para la sociedad que lo vivió, ésta puede cuchichear acerca de él pero difícilmente se abordará en los medios masivos de información, como el cine. Guardadas las distancias, recordemos la catarsis que significó para los alemanes La Caída (Der Untergang) en 2004. Ya era necesario que se abordará de manera seria el asesinato del candidato presidencial, hasta el momento una novela, un videohome (Se chingaron al candidato Coloso) y alguno que otro documental televisivo, eran lo que teníamos.
Con esto podemos decir que la cinta llega en un momento más que adecuado en muchos sentidos. Carlos Bolado no debe subestimar el impacto que una película puede tener en la audiencia y el valor político y social que podría tener su obra. Además los 214 mil 069 que la vieron en su fin de semana de estreno son un sólido inicio para arrancar el boca en boca, ya quisieran la mayoría de los estrenos nacionales alcanzar esa cifra (http://bit.ly/LN3qiW).
Hay que reconocer el buen trabajo que hace el director con su grupo de actores. Todos parecen saber qué se necesita de ellos y lo ejecutan. Aunque Daniel Giménez Cacho como el Doctor se roba el show. Su imitación de Cordova Montoya, secretario de Carlos Salinas de Gortari… –se supone que no íbamos a decir nombres, así que hagan como que no leyeron esa última parte– es una de las mejores actuaciones de su carrera, digna de halago.
Algunos comparan Colosio: el asesinato con JFK (1991) de Oliver Stone. En primera instancia la comparación podría resultar acertada, ya que se trata de la reconstrucción de una investigación sobre la muerte de un candidato/presidente. La gran diferencia entre ambos largometrajes es que mientras la de Bolado a cada paso trata de dejar claro que se trata de una ficción a partir de hechos reales, la de Stone no, la suya es una recreación de hechos verídicos (el juicio y la investigación de Jim Garrison).
Claro que se está especulando y que Colosio: el asesinato es sólo una película, además es probable que su estreno tenga una intención política, ya que el proyecto anterior de Bolado sobre Tlatelolco y el 68 todavía no se estrena (yo también puedo especular). Pero el cine mexicano necesita más producciones como ésta, que sean adecuadas a su momento y espacio. Las teorías de conspiración pueden sonar a momentos disparatadas, pero al final son necesarias.
Nos hace bien hablar de ciertos traumas, el país también necesita ir al psicólogo.
Más información sobre la película en: http://www.colosioelasesinato.com.mx/
Por Rafael Paz (@pazespa)
Publicado en El Financiero.
