Family Portrait (2023) es la ópera prima de Lucy Kerr, cineasta y artista visual estadounidense. Con este largometraje de 75 minutos, ganador del Boccalino de Oro a Mejor Dirección en el Festival Internacional de Cine de Locarno 2023, la directora texana recurre a un relato familiar para explorar su interés por el cuerpo y su lugar en las estructuras sociales, así como por la teoría de la imagen y la identidad.
Detrás del guión de Family Portrait, coescrito por Kerr y el editor del filme, Karlis Bergs, hay un deseo por cumplir. En un caluroso día de verano en Texas, la numerosa familia de Katy (Deragh Campbell, la protagonista de A Woman Escapes y MS Slavic 7), se dispone a tomarse una foto familiar para usar en las tarjetas navideñas de ese año. La aparentemente sencilla acción de posar todos juntos frente a una cámara se vuelve compleja, al mismo tiempo que vemos y descubrimos la dinámica de las relaciones que integran a esta familia.
Igual que los sueños, las fotografías no son lo que aparentan. Las imágenes que vemos no siempre representan lo que creemos. Lucy Kerr explora esta contradicción, y posibilidad, para mostrarnos algo más allá que la anécdota de la típica foto familiar estadounidense en un día feriado, compuesta por personas en todas las etapas de la vida, desde los padres hasta los nietos, incluyendo al novio extranjero de Katy, una de las hijas de esta familia.
Family Portrait parte de una tensión y avanza hacia algo siniestro. Mientras todos parecen disfrutar del día sin preocupaciones, Katy se angustia con la repentina desaparición de su madre, que nadie parece notar, y el hecho de que, sin ella, la foto familiar está en riesgo de no suceder. Algo sin importancia, aparentemente, lleva a nuestra protagonista a iniciar un búsqueda casi frenética en el espacio familiar que habita, entre conversaciones con su padre, su novio, sus hermanas y ella misma.
La imagen familiar se descompone a través de la cámara de la directora y su sonido. Sus planos y encuadres poco convencionales contrastan con los sujetos que retrata: todos parecen ser producto de la normalización de la estructura familiar que los domina y viven cómodamente el rol que se les asigna. Sin embargo, es inevitable percibir que algo no está bien del todo y que más allá de sus interacciones cotidianas yacen los temas incómodos.
La conversación que surge en la trama sobre una enfermedad y muerte prematura, un tema tan reciente como la pandemia que acabamos de librar en el mundo, interrumpe la cotidianidad que caracteriza la vida familiar. Esto abre el espacio para cuestionarnos algo aún más incómodo: la ausencia de una mujer, la madre, que solo Katy percibe. Sin nada más que la imagen, la directora explora la figura de la identidad femenina diluída por la maternidad frente a los ojos de esos mismos que cría.
En Family Portrait la incertidumbre es agobiante. Como espectadores, seguimos la desesperación de Katy en un paisaje social aparentemente idílico, pero que sin duda nos lleva a imaginar lo peor. Frente a este retrato, no podemos evitar reconocer que detrás de la imagen tradicional familiar no hay más que un sentimiento de angustia permanente para todos sus integrantes, quienes recurren a las mujeres, sobre todo a ciertas mujeres, para hacer frente al caos de la vida.
Por Leslie Solis (@leslie_solis)