RMFF | ‘Closed Curtain’: Los fantasmas creativos

A raíz de su condena laboral, el iraní Jafar Panahi ha encontrado una nueva voz en su trabajo. En teoría, el director tiene prohibido filmar o relacionarse con el cine por 20 años; hacerlo le podría llevar a la cárcel o a la muerte. Sin embargo, eso no impidió que en 2011 estrenara por todo el mundo Esto no es una película (In film nist), una reflexión sobre el poder creativo y la tristeza de verlo detenido. Una demostración del amor de un artista por su arte, aun cuando es forzado a callar.

En Closed Curtain (Pardé, 2013), el cineasta regresa al tema, llevando el experimento un paso más allá al combinar sus cavilaciones sobre su condena con elementos metalingüísticos y fantasiosos.

Las primeras tomas tienen a un hombre cerrando cortinas y ventanas, poniendo gruesas telas negras en todos los cristales susceptibles de recibir luz. Es obvio que algo esconde –además de su lindo can. Pronto sabemos que es un escritor (Kambuzia Partovi, co-director de la cinta) tratando de terminar un guión para ser filmado. Su día a día se ve interrumpido una noche cuando dos jóvenes irrumpen en su hogar; parecen ser revolucionarios y están escapando de la policía. Cuando la chica (Maryam Moqadam) se queda, él comienza a plantearse la validez de su trabajo.

Al igual que Esto no es una películaClosed Curtain es una declaración política y de principios en la cual se mezcla la vida personal de Panahi. El cineasta se muestra preocupado, atribulado por seguir trabajando. ¿Vale la pena seguir desde la clandestinidad? ¿Cuánto durará el espíritu creativo bajo estas circunstancias? Esos son los fantasmas que persiguen a Panahi y no lo dejan en paz; aparecen de forma intempestiva y se van de la misma forma. Closed Curtain sufre el brusco viraje narrativo que se da hacia el segundo acto, donde las metáforas dejan de estar contenidas en una narrativa más convencional y pasan a ser simbolismo puro.

Sin la frescura de In film nist y tratando de profundizar sin muchas palabras, para él hacer películas se trata de un asunto de supervivencia. A pesar de todas las pesadas cortinas que tratan de ocultarlo del mundo, la capacidad creativa de Panahi es imposible de ocultar. Su arte seguirá encontrando la forma de salir al mundo y callar los fantasmas.

Por Rafael Paz (@pazespa)

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