Hace un par de años, Leviatán (Leviathan, 2012) conquistó el circuito de festivales gracias a la “visceral, inquietante e incómoda experiencia” que ofrecía el etnográfico documental. Era un viaje inolvidable y perturbador por dosis iguales. Sus productores tienen una nueva expedición: Manakamana.
El nuevo documental generó comparaciones con Zendegi va digar hich de Abbas Kiarostami en algunos festivales donde se presentó, al ver el trailer se comprenden porque la equiparación. La cámara no se mueve mientras captura el viaje de los turistas o peregrinos que intentan llegar al famoso templo Manakamana en Nepal. Al igual que en su producción anterior, las ideas se filtran sin necesidad de exponerlas o explicarlas. Esperemos verlo pronto en nuestro país, vean el video a continuación:
Sinopsis: Como Leviathan, Manakamana es un viaje (¡literal!), decididamente más suave y calmado. Filmado en Súper 16mm, la película nos lleva por medio de un teleférico de ida y vuelta por los vastos valles de Trisuli, en la provincia Gorkha del distrito de Nepal, donde se encuentra el famoso templo Manakamana que atrae a peregrinos y turistas de todo el mundo. En una serie de tomas fijas, Manakama ofrece once retratos de viajeros del teleférico –cuyos encantadores, curiosos y conmovedores encuentros avivan aún más el impresionante viaje por el aire. Aunque el concepto del documental es increíblemente simple, su efecto es generoso – ya sea en engrandecer la naturaleza vista por las ventanas del vagón o en mostrar las contradicciones de la contemporánea vida en Nepal impulsada por la modernidad. Una palpable sensación de melancolía emerge cuando las tradiciones ancestrales y la memoria cultural amenazan con desaparecer.
Vía The Film Stage.