El avance de la tecnología logró incrementar las interacciones entre seres humanos a través de internet y las redes sociales. Sin embargo, el paso de la criminalidad cibernética lleva a reflexionar en los límites de la privacidad digital y el riesgo que implica la posesión clandestina de datos personales.
Nudus (2024) explora el alcance de dichas posibilidades en un mundo post-apocalíptico, entrelazando también la inestabilidad de las relaciones humanas. Laura Cohen (Carla Hernández) despierta de un coma y se inquieta al descubrir que Franz (Álex Crusa), quien maneja su expediente, sabe información íntima sobre su pasado con el objetivo de tratarla psicológicamente, desconociendo también el paradero de su hija.
El realizador Gibrán Bazán (Arritmia, Generación Spielberg) desarrolla un relato minimalista que muestra a Laura como una paciente que supuestamente padece trastornos mentales y que alberga profundos secretos. A su vez, reaviva la inestabilidad de su personaje por medio de pesadillas que amenazan el sueño, incrementando la confusión existencial con un encierro obligatorio en un lugar donde una máquina de escribir registra de forma automática sus confesiones. Además, el terror psicológico se refleja en las presiones que Franz ejerce sobre Laura por medio de sesiones incómodas para confrontarla con recuerdos reveladores que cobran importancia en la trama.
El cuarto de paredes blancas en el que permanece la protagonista y la pantalla tecnológica que proyecta frases de sanación para motivarla a conversar para su recuperación resalta un aspecto futurista que aborda en la invasión a la privacidad. Franz confronta a Laura gracias a viejas publicaciones de sus redes sociales, entreviendo momentos incómodos que revelan infidelidades y acontecimientos que la llevaron a su encierro. Bazán, además de recurrir al flashback para resaltar videos de las confidencias de Laura, toma inspiración de la estética del cine de terror japonés para mostrar las contradicciones psicológicas de su protagonista, conllevando una reflexión en torno a las consecuencias del espionaje y el uso de la computación cuántica.
Reiterativa y con un estilo experimental, Nudus cuenta con una gran cantidad de ideas que, si bien aborda el poco explorado género de ciencia ficción en México, no logra encausar su narrativa. Es un confuso thriller psicológico en torno a la fragilidad de la mente, la complejidad de las relaciones de pareja, el impacto de la ruptura de la privacidad digital y el hackeo como un arma poderosa de sometimiento social.
Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)
