La arritmia, de acuerdo con la ciencia médica, consiste en un latido irregular del corazón que sucede cuando funciona de forma incorrecta su impulso eléctrico. El precepto es el detonante de la narrativa de Arritmia (Arrhythmia, 2019), el cual desemboca en un melodrama sobre el pasado y reflexiones en torno a la vida.
Karl (Fernando Sarfatti) es un profesor universitario que imparte clases de historia en Francia. Tras sufrir un infarto, decide prestar atención al ritmo de la arritmia que amenaza su vida. Al analizarla y descubrir un código con base en la frecuencia de latidos, lo descifra, destapando una caja de fotografías que guardan recuerdos significativos y decide emprender un viaje a Sicilia, Italia, para hallar respuestas.
El realizador Gibran Bazán construye un personaje malhumorado y taciturno que lleva una relación incierta con Abril (Patrizia Schiavo) y atraviesa por una etapa inicial en la que confronta el miedo a la muerte. Gracias al padecimiento cardíaco, se presenta una instancia un tanto fortuita que lo lleva a pisar tierras sicilianas. A su vez, el guión del propio Bazán, alterna con instancias de flashback para retratar las memorias de Karl en torno a una misteriosa joven, aspecto previsible del relato que lo llevará a descubrir acontecimientos especiales.
El viaje a Sicilia y a la misteriosa torre en la que conoce a Ada (Valentina Buzzurro) y a su padrastro Guido (Salvatore Nocera) entrecruza las vertientes de una relación ríspida. La joven padece abusos físicos del hombre, además de un aislamiento autoimpuesto para preservar su conexión con su difunta familia. Bazán ahonda en decisiones y parajes que remarcan la belleza arquitectónica de una isla antigua, además de sus calles, rincones y playa, acompañado por música con tintes eclesiásticos que remarca el melodrama.
No obstante, la premisa desarrolla una historia conformada por clichés y conclusiones previsibles, hasta parecer un promocional turístico de Sicilia. El potencial misterio que había iniciado con la frecuencia numérica de la arritmia y la posibilidad de desentrañar su código pierde impacto en el guión, más semejante a una telenovela que a un drama con aristas.
Arritmia relata premisas familiares en su narrativa, guardando buenas intenciones en las actuaciones, en el dominio del idioma italiano y en el desarrollo de personajes. Se trata de un melodrama simple sobre un camino de redención personal de un hombre quien, tras la amargura existencialista, encuentra un soslayo de felicidad y aceptación.
Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)
