Era el 2002, el PAN acababa de entrar a la presidencia del país y su lado más conservador se dejó ver cuando una película sobre un sacerdote que mantenía un romance llegó a las salas de cine en México.
El crimen del padre Amaro, dirigida por Carlos Carrera y protagonizada por Gael García Bernal y Ana Claudia Talancón, fue censurada por el gobierno de ese entonces provocando que el público asistiera en masa a ver “que” causaba la censura. Al final de su corrida comercial la cinta recaudó $162,556,981 mdp y logró mantenerse por más de diez años como la película mexicana más taquillera de la historia. No más.
En su cuarto fin de semana en cartelera, Nosotros los nobles de Gaz Alazraki alcanzó los $183,411,547 mdp, relegando el trabajo de Carlos Carrera al segundo lugar histórico e imponiéndose en la taquilla a cintas como Oblivion con Tom Cruise en el papel protagónico.
Sobre el logro, el director del largometraje dijo: “Hicimos esta comedia con la simple premisa que a los mexicanos nos gustaba reír. Hace 17 meses éramos una bola de niños jugando a hacer cine en un set y nunca nos imaginamos que hoy estaríamos rompiendo el récord de taquilla.”
En nuestra crítica decíamos de la producción mexicana que “Aquellos que estén buscando entretenimiento, un poco de humor clasista —quizá a la inversa—, y un sano momento esparcimiento de familiar, deténganse, aquí está lo que buscan.” Al parecer el público mexicano respondió a la intención de los involucrados de simplemente pasar un buen rato. En el texto también apuntábamos que bien podría ser un remake del clásico buñeliano El gran calavera de 1949, así que la premisa tampoco es muy original.
Respecto al récord, las entradas al cine hoy día son significativamente más caras que hace diez años. Eso nos deja con que Nosotros los nobles ha llevado 3,350,000 espectadores al cine, mientras que El crimen del padre Amaro metió 5,250,767. Es probable que esta cifra también caiga si la comedia de Alazraki mantiene el ritmo.
Sinopsis: Cuando Germán Noble (Gonzalo Vega) -un manipulador y poderoso empresario- se da cuenta que 00los haraganes de sus hijos Javi (Luis Gerardo Méndez), Bárbara (Karla Souza) y Charlie (Juan Pablo Gil) están tirando sus vidas por la borda, decide fingir la quiebra de su empresa para darles una lección, haciéndoles creer que todas sus propiedades fueron embargadas: los deja sin coches, celulares y tarjetas de crédito; los lleva a vivir a un vecindario pobre; los hace cambiarse de apellido y cortar contacto con todos sus amigos, para salir adelante haciendo algo que ninguno de ellos había hecho antes… trabajar.
