‘Línea de emergencia’: Siguiendo la receta

Jordan Turner (Halle Berry) es operadora de la línea de emergencias de la Policía de Los Ángeles, todos los días enfrenta un número elevado de tragedias con la esperanza de no involucrarse emocionalmente. Hasta que un día no puede evitarlo.

La alterada voz de una adolescente inunda sus auriculares, un hombre ha invadido su casa y está a punto de encontrarla. Un error de Jordan conducirá al invasor directo a su presa, acto que la operadora nunca se perdonará.

Años después, nuestra atormentada operadora –ahora instructora– tendrá la oportunidad de redimir su error y evitar que Casey (una Little Miss Sunshine muy crecidita, Abigail Breslin) termine en la lista de personas desaparecidas después de ser secuestrada por un hombre en un centro comercial.

El cine hollywoodense es acusado constantemente de repetirse sin reinventarse, de aplicar las mismas fórmulas una y otra vez hasta el cansancio. Línea de emergencia (The Call, 2013) es un thriller que aplica la receta al pie de la letra.

Y ése es exactamente el problema. El director Brad Anderson (El maquinista) en ningún momento imprime su personalidad a la trama o a la estética del filme. Él está aquí para hacer la maquila y llevar a buen puerto el guión de Richard D’Ovidio (13 fantasmas), que cruza referencias –guardadas las distancias– de Psicosis (Psycho, 1960), El silencio de los inocentes (The Silence of the Lambs, 1991), Cellular (2004), entre otras. No será una travesía digna de un cantar de gesta, pero sí será efectiva.

Curiosamente, Línea de emergencia debe estar entre lo mejor –es un decir– que ha hecho Halle Berry desde que fue premiada con el Oscar por su desempeño en El pasado nos condena (Monster’s Ball, 2001), abajo de Cloud Atlas (2012) y X-Men 2 (2003). Aunque dudo que sea suficiente para que borren de su memoria Gatubela (Catwoman, 2004). Ni una lobotomía podría eliminar ese recuerdo.

Lo que evitará que recuerden la cinta más, allá de volverla a ver en una repetición de televisión, es su villano. Michael Eklund es un actor limitado y parece tener sólo dos velocidades: simplón o desaforado. Qué lo motiva nunca queda del todo claro y eso lo convierte en un villano más bien gris. Ya saben que decía Hitchcock, si el villano falla la película falla.

Para hacer una comparación, pedir un boleto para ver The Call sería como ordenar un huevo estrellado en un Vips, sabes que el chef no intentará revolucionar el mundo de la cocina al hacerlo, ni imprimirá algo que nos permita identificar su firma, pero será capaz de entregar exactamente lo que esperas. No más, no menos y vas a disfrutarlo. Fanáticos de CSI y Criminal Minds quizá lo disfruten un poco más.

Por Rafael Paz (@pazespa)

    Related Posts

    Moonfall y el día que no llega
    ‘John Wick 3’ y los preparativos de guerra
    Schwarzenegger sí actúa, y ‘Maggie’ planea mostrarlo
    Dos generaciones se encuentran: trailer ‘X-Men: Días del futuro pasado’
    ‘Las vueltas del destino’: Una catarsis familiar
    ‘El juego de Ender’: Guerra a distancia

    Leave a Reply