Trinchera Ensamble y el principio básico de la luz

El principio básico del cine es la luz y el movimiento. En un principio no eran las historias ni las actuaciones lo que nos sorprendía, sino la imagen proyectada, la realidad retratada en movimiento, dentro de una sala oscura. Hoy en día, lo que conocemos como cine, no sólo está fuertemente saturado de historias lineales y convencionales, sino que también hay una camisa de fuerza silenciosa que parece decir que todo aquello que no sea una historia con estructura narrativa, personajes o hilo conductor, es otra cosa: es video arte, cine experimental, arte multimedia, o en el más hostil de los casos, pachecadas sin sentido.

Para muchos es muy complicado salir de ese molde, pareciera que le temen a quedar como un tonto por no comprender ni tantito el cine de John Mekas, Guy Sherwin o Stan Brakhage, o parecer sobreintelectualizado por generar afición por los videos experimentales.

Lo cierto es que al igual que en la música abstracta y conceptual, también hay expresiones cinematográficas que tienden hacia otro tipo de horizontes discursivos, sin ser estrictamente como los cánones de la industria cinematográfica manda. Para quienes siempre han tenido problemas con los términos “cine de culto” o “cine de arte”, seguro les será un poco menos difícil ver al cine experimental fuera de la extensa tradición fílmica, que lo mismo incluye a Scorsese, Kubrick y Spielberg, que a John Waters, Kenneth Anger o Pola Weiss.

Para quien esto escribe, el cine es el mismo: desde Notting Hill hasta Batalla en Cielo, es un diálogo con un sordo tímido, con un arquitecto melómano, un ajedrez al revés, una caricatura sórdida y sexual, una historia tonta para besuquearse toda la tarde. El cine es luz, movimiento y sonido en una sala oscura. Principio básico del que parte Trinchera Ensamble, colectivo de lo que ellos mismos llaman “cinema expandido”.

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FB de Trinchera Ensamble

Pese a que Trinchera Ensamble lleva cerca de nueve años de existencia, pocas veces hemos tenido la oportunidad de ver la experiencia que son capaces de generar. El encanto que provocan ha dado la vuelta por Europa y América, para llegar a la noche del 19 de mayo en el Laboratorio Arte Alameda de la Ciudad de México, para cerrar el festival de música experimental El Nicho Aural.

¿Qué hace en específico Trinchera Ensamble? Sencillo, mas no menos complejo que el cine mismo: una suerte de cadáver exquisito audiovisual, a través de seis proyectores de 16 milímetros, un proyector digital, una handycam, y músicos que improvisan en tiempo real y que suelen incorporar a diversos artistas entre una presentación y otra.

El resultado, pese a las maravillas abstractas y de ejercicio de improvisación, es una experiencia sonora-visual de alto calibre que se deja apreciar e hipnotiza de forma inmediata, develándose de a poco hasta llegar a un punto caótico y hasta estridente. Una cámara parpadea un cuadro de luz, otra va rompiéndose en pedacitos, a colores, con filtros; como si estuviéramos en el centro de un vitral que proyecta en su interior el estallar del universo. El caos audiovisual vuelto un poema que proyecta en una pantalla nuestros sueños. Un fractal poseído.

Los despliegues artísticos multidisciplinarios suelen correr el riesgo de caer en el exceso o la saturación de elementos, mismos que pueden entorpecer el discurso de la pieza. Ensamble Trinchera es dinámico y multidisciplinario, sí, pero su línea es clásica y bien definida: un tipo deambula entre el público con un altavoz conectado a una grabadora de carrete, una cantante emite ruidos que dialogan con lo proyectado en pantalla. De pronto, una luz nos proyecta la silueta de los orquestadores de las detonaciones de luz y movimientos; titiriteros de la imagen y la forma.

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FB de Trinchera Ensamble

Decía un amigo con el que viví algún tiempo, que él medía el impacto que una obra le dejaba, en qué tanto lo hacían sentir como en un atardecer apoteótico. En mi experiencia como adepto a la música, al cine y al arte en general, pocas obras han tenido una repercusión en mí como espectador, en el sentido que decía mi amigo, incluso mis obras favoritas suelen escapar de la impresión inmediata y caminan, digamos más bien a largo plazo. De eventos así de espectaculares, complejos en sus formas pero sencillos y primigenios en su interior, sólo recuerdo al colectivo performático-musical mexicano, Kalispherion.

Pero lo que hace Trinchera es magia de la escuela más clásica. Cine, de ese que impactó en una pequeña sala, cuando dos hermanos hicieron creer a todos que el tren se salía de la pantalla. Trinchera Ensamble  se sale de nuestra fantasía para mostrarnos nuestros sueños mismos.

http://trinchera-ensamble.blogspot.mx/

Por Ricardo Pineda (@RAikA83)

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