‘John Wick 3’ y los preparativos de guerra

Baba Yaga, en el folclore ruso, vive en una cabaña con patas de gallina en las profundidades del bosque y divaga entre el mundo de los vivos y de los muertos. Tratándose de un ser sobrenatural, funge tanto como dador de ayudas como despiadado villano que perjudica a quien considera impío, viviendo entre la línea de las libertades y los límites comunes de una sociedad.

El apelativo define el modus vivendi, personalidad y preceptos de John Wick, un perseverante asesino a sueldo creado por el guionista Derek Kolstad que lucha contra el sistema que lo obligó a regresar del retiro tras el asesinato de una mascota obsequiada por su difunta esposa. La saga de acción, consolidada por secuencias que compiten en versatilidad con las del agente Ethan Hunt (Tom Cruise) en Misión: Imposible, llega a su tercera parte para retomar la complejidad de coreografías que la consolidó en el género.

John Wick 3: Parabellum (John Wick Chapter 3: Parabellum, 2019) retoma la conclusión del capítulo segundo para proseguir con la huida del propio John Wick (Keanu Reeves) del Continental, tras ser declarado “excomunicado” por asesinar a Santino D´Antonio, uno de los líderes de la mafia de la Mesa Alta. Para cobrar la millonaria recompensa, los asesinos a sueldo lo persiguen por doquier, viéndose obligado a tomar medidas drásticas para terminar con la cacería.

El realizador Chad Stahelski expande su universo imaginario a horizontes lejanos como Marruecos, añadiendo a figuras del pasado de Wick como La Directora (Anjelica Huston), la asesina Sofia (Halle Berry), la Adjudicadora (Asia Kate Dillon) –que pretende deshacerse de Wick y sancionar a todo aquel que lo ayudó en el asesinato de Santino– o del matón japonés Zero (notable Mark Dacascos).

A su vez, el efecto de las consecuencias de las decisiones funge como el eje para mostrar los alcances de la presencia de la Mesa Alta y las residencias de lealtades de personajes fijos como Winston (Ian McShane) o Bowery King (Laurence Fishburne), sin contar con suficiente desarrollo narrativo para una trama beneficiada enormemente de su aspecto técnico, reflejado en la creatividad de las persecuciones en caballo, las coreografías de las peleas mano a mano, con libros, espadas y cuchillos que rescatan al arte marcial oriental.

Si bien John Wick 3 no está exenta de condescendencias que restan al desarrollo de profundidad de su mitología, es un entretenida confrontación entre la mafia internacional y un indignado asesino a sueldo, emanando la violencia que caracteriza a la saga y a sus calculadas secuencias de acción.

Baba Yaga sigue en pie en su periplo de venganza.

Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)

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