Con un título que intenta hacer metáfora de elementos animados en algo abstracto como el mismísimo nombre de mi Twitter (elvientosabe), Las paredes hablan, película mexicana recién estrenada en las salas nacionales, protagonizada por María Aura y Kuno Becker, pretende retratar una historia de amor entre tres generaciones donde caer en el lugar común funciona como eje central de la historia.
La obra original se hospeda en el libro del mismo título escrita por Carmen Boullosa ganadora del Premio Xavier Villaurutia en 1989. El director Antonio Zavala intenta hacer una adaptación gráfica de los elementos de la novela donde Casa Espíritu, el hogar donde ocurren los hechos a través de los años, se convierte en la narradora omnipresente.
Kuno Becker, a quien hemos visto en películas anteriores como el galán deseado por todas las protagonistas, regresa a interpretar ese mismo papel, pero bajo el nombre de Javier, que en tres tiempos históricos distintos –la gestación de la lucha de Independencia, la Revolución Mexicana y la época actual– lucha por encontrar el amor ideal.
Ese amor es María, quien era su vecina y que en otros siglos luchó por los intereses sociales, fue fotógrafa e hija de un importante capo que vive bajo los excedentes lujos de su oficio.
Así como lo leen, tres historias entrelazadas en una trama que acierta en una cosa, la fotografía que aparenta ser fija en numerosas escenas ya que se hace uso constante de la cámara lenta, para hacer énfasis en el ‘vínculo amoroso’ y el reconocimiento de las vidas pasadas de los protagonistas.
La actuación de Héctor Bonilla y Joaquín Cossío no resulta atractiva debido a los papeles secundarios que protagonizan y a pesar de un guión que podría haber ofrecido más debido al respaldo literario y que podría resultar una idea interesante por la forma en que se mezclan las épocas de la historia de México.
Aunque no haya llenado del todo mis expectativas, rescato el hecho de que los creadores de cine mexicano estén buscando otras historias que narrar y no sólo quedarse en la temática de violencia. Esperemos se encuentren tramas interesantes para el público ávido de nuevos relatos y que es difícil de sorprender ante la pantalla grande.
Por Ángela Mariana Ávalos Pérez (@elvientosabe)
