El director español Diego Quemada-Diez presentará el miércoles 22 de mayo su ópera prima La jaula de oro en la 66ta edición del Festival Internacional de Cine de Cannes para competir en la categoría de Una Cierta Mirada.
La jaula de oro retrata el viaje que hacen Juan (Brandon López) y Chauk (Rodolfo Domínguez) al salir de sus lugares de origen, Guatemala y Chiapas respectivamente, para ir en busca de mejores oportunidades de vida en Estados Unidos.
“Esta historia comenzó en el 2003, estaba haciendo un documental en Mazatlán… y empecé un proceso de recopilación de entrevistas y testimonios con la idea de un día hacer una película que fuera una visión de documental y ficción basada en la realidad que luego diera voz a personas reales, más o menos recuperé unos 600 testimonios y a partir de ahí se construyó la dramática del guión, todo lo que se ve en la película son eventos que alguien me contó, o que a nosotros nos pasó o que los actores trajeron como parte de su realidad”, comenta Diego Quemada-Diez.
La película está protagonizada por actores no profesionales que fueron escogidos tras un largo proceso de casting en México y Guatemala, además que está filmada en locaciones, entornos y ambientes reales con migrantes que realizaban el viaje a través del país.
“Nosotros somos como un reflejo para mucha gente que busca lo mejor, tal vez en el lugar en donde están sufren porque a veces no tienen dinero o algo y buscan un lugar donde tal vez ellos piensan que van a ir a encontrar lo que ellos necesitan para poder ayudar a toda su familia”, explica el protagonista Brandon López.
La intención de La jaula de oro es tratar de mandar un mensaje social y mostrar el brutal problema que se tiene en México con el tema migratorio pero a través de los ojos de los menores de edad que recorren el largo trayecto hacia la frontera.
“Todos esos testimonios, de alguna manera uno siente una responsabilidad para contar esas historias que a mí me contaron; veo mi trabajo como un canal de historias y de situaciones contadas, lo importante es que ese mensaje se transmita, y hay que darle una estructura dramática y hay que crear un impacto emocional lo mayor posible”, explica Quemada-Diez.
En los últimos años México ha tenido una presencia importante en la categoría de Una Cierta Mirada con cuatro nominaciones (Crónicas de Sebastián Cordero en 2004; Sangre y Los Bastardos de Amat Escalante en 2005 y 2008; Miss Bala de Gerardo Naranjo, 2011) y con dos ganadoras (El Violín de Francisco Vargas en 2006 y Después de Lucía de Michel Franco en 2012).
Por Luis Arredondo
