FICUNAM | Q&A: Pablo Escoto sobre Toda la luz que podemos ver

El trabajo más reciente del colectivo Ríos de Nueva, del que forma parte el realizador Pablo Escoto, cuenta dos historias de amor, enmarcadas por los volcanes que vigilan el valle de la Ciudad de México y el inminente estallido de la Revolución Mexicana. Toda la luz que podemos ver (2020) plantea así una revisión del México de principios del Siglo XX, de los años antes de la Revolución y de la idea de país que se gestaba en ese entonces (sobre todo en la pintura que apareció unos años antes y el cine que romantizó la lucha intestina revolucionaria).

Escoto y su equipo han creado un fractal cinematográfico, donde caben por igual la influencia del cine de Emilio “El Indio” Fernández, la pintura de Saturnino Hernán o la pluma de José Manuel Altamirano. Toda la luz que podemos ver es, ante todo, un lance estilístico, deseoso de romper con cierta inercia presente del cine mexicano, temeroso de revisar su pasado y que aprovecha la historia nacional para crear un objeto de consumo más.

Tuvimos oportunidad de charlar con el director en el marco de la décima edición del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM), a continuación reproducimos la charla.

¿Cómo se dio el trabajo en colectivo detrás de la filmación?

Pablo Escoto (PE): Es la forma en que trabajamos desde Ruinas tu reino y el corto que hicimos antes. Es un proceso de encontrar la película juntos, descubrirla mediante el proceso. En ésta era importante el espacio que no habíamos explorado, hacernos preguntas respecto a él. En lo colectivo nos hicimos estas preguntas e intentamos resolverlas. Es un proceso en el que yo estaba buscando aprender cine juntos, encontrarlo.

¿Qué cambió en ustedes entre Ruinas tu reino y Toda la luz que podemos ver?

PE: Creo que lo primero que hicimos fue voltear la cámara. Después de ir hacia el otro, buscarlo hacia fuera de México, debíamos voltear la cámara acá. Esta película trata de los volcanes, del valle y el mito del Popocatépetl y el Iztaccihuatl, su espacio. Exploramos el paisaje de manera muy distinta a Ruinas tu reino. Mucho crecimiento en nosotros, evolucionamos como grupo, además encontramos a otras personas que nos ayudaron con esta película.

¿Qué tan importante fue la pictórica y literatura mexicana del periodo de la revolución?

PE: Fue parte de la forma en que nos acercamos a la historia. La imagen para acercarnos a la pintura del Siglo XIX, a José María Velasco y Saturnino Herrán. Lo hicimos también con la literatura y lo extendimos al cine. El cine de la revolución se siente desde los materiales que la película trabaja.

Justo la película me da la impresión de ser una cruza entre Albert Serra y El Indio Fernández.

PE: (risas) Me interesa mucho trabajar con distintas figuras del cine nacional y este imaginario que se da en la pintura mexicana del Siglo XIX, son momentos de construcción de una imagen del país. Es una de las grandes búsquedas de la película, justo con El Indio hay mucho qué trabajar.

A diferencia de Ruinas tu reino, aquí se combinan actores profesionales y no actores. ¿Cómo se dio el trabajo con ellos?

PE: Todo fue muy orgánico porque estábamos buscando lo mismo en los personajes de la película. Fuimos encontrando cómo trabajar con cada quien. También había cierta cuestión de que son estatuas, actúan como estatuas, un desarrollo como textos, objetos históricos. Encontramos un mismo tono para todos, era interesante ver cómo reaccionaban al texto y a sus personajes, los arquetipos que les dimos.

La presencia de Gabino Rodríguez destaca, es uno de los actores que más se arriesga en la industria. ¿Qué significó tenerlo en el rodaje?

PE: Fue increíble trabajar con él. Nos hizo muy feliz que esté en Toda la luz que podemos ver. Tenemos admiración por su trabajo y lo que hace con Lagartijas tiradas al sol, el cine que hace con Nicolás Pereda y otros. Se unió a la colaboración para desarrollar el personaje, ésa siempre fue la idea. Le dio mucho a la película.

Fue bonito trabajar con él, también con María Evoli y Margarita Chavarría. Tuvimos una colaboración muy especial.

¿Teme el cine mexicano hacer cine de época? El pretexto siempre parece ser el presupuesto.

PE: Ahorita lo veo de dos maneras, se está dando mucho hacer series sobre el tiempo de la Conquista. Eso me parece muy particular. Tiene que ver con que no vemos a la historia directamente por miedo a lo que nos puede decir de hoy, el cine se mantiene en eso. Temen qué se encontrarían al hacer la búsqueda con la historia. Me parece muy extraño.

¿Qué sientes de regresar a la competencia de FICUNAM?

PE: Estamos muy agradecidos de ser incluidos en el FICUNAM nuevamente, van a exhibir grandes películas. Para nosotros el FICUNAM ha sido el espacio dónde nos hemos acercado al cine, es como una escuela. Es bonito poder exhibir la película ahí, estamos esperando saber qué le parecerá a la gente.

Por Rafael Paz (@pazespa)

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