‘En el bosque’: Disney recuerda los viejos tiempos

Algo hemos aprendido a lo largo de la historia del cine, el musical es un género que provoca las mismas cuotas de amor como de odio, llevándolo a ser, quizás, un género sin punto intermedio, lo amas o lo odias. Sin embargo, el séptimo arte nos ha regalado uno que otro musical que logró conquistar a sus detractores, como Chicago (que comparte: Rob Marshall), Moulin Rouge, Mi bella dama, Mary Poppins o Les Misérables.

En el bosque (Into the Woods, 2014) no es un filme que puedan llevar a ver a un detractor de los musicales, por desgracia para los fieles del género, puesto que probablemente prefieran someterse a un maratón de películas de Semana Santa antes que acompañarlos al cine de nueva cuenta. La película de Marshall peca de ser excesiva e incluso torpe en varios aspectos del argumento. A diferencia de filmes como Shrek (2001) en el que mezclar diferentes personajes de cuentos de hadas da la sensación de estar observando un ameno collage donde se armonizan todas las líneas argumentales, en Into The Woods parece que forzan la convivencia de todas las tramas consiguiendo uno de los Copy/Paste más descarados del cine reciente, dado que saltamos de un episodio a otro cohesión aparente entre ellos (salvo los personajes de Emily Blunt, James Corden y Meryl Streep que funcionan como el pegamento en turno).

Aunque el guión es probablemente uno de los puntos débiles del filme, hay que reconocer que la película tiene algunas virtudes satisfactorias para los seguidores del género. El ritmo es endiabladamente bueno y nunca decae, la dirección artística es excelsa y los números musicales hechizan al espectador en la butaca haciendo que su pie dance al ritmo de las melodías. Del mismo modo, el reparto interpreta con naturalidad y energía unos personajes un tanto superfluos, consiguiendo actuaciones meramente teatrales de modo que sentimos que estamos en un teatro y no en una sala de cine.

Si bien como espectáculo visual el filme cumple con creces (increíble que con un presupuesto modesto para los lares de Hollywood, Marshall se las ingenia para que parezca que estamos viendo una superproducción) la película queda a deber porque se estanca en un punto muy superficial, optando por el mero entretenimiento sin sacarle partido a las temáticas serias que se insinúan en la trama.

Ahí es donde Into The Woods se enfrenta a su mayor problema. La película está basada en un musical escrito por los mismos autores de Sweeney Todd, que aunque no he tenido la oportunidad de ver, tengo entendido que posee una atmósfera más adulta que infantil, inverso a lo que sucede en el filme. Probablemente el principal inconveniente de la adaptación es que Disney haya estado detrás del proyecto, pues aunque hay cierto avistamiento de temas oscuros  y cierto trasfondo adulto para los menores, estas situaciones se quedan en meras insinuaciones, como si sólo mostraran algunas cuestiones de reojo.

Al final Into The Woods se queda en un limbo entre la ñoñería de Encantada (Enchanted, 2007) y el tono oscuro de Sweeney Todd: el barbero demoníaco de la calle Fleet (Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street, 2007), incluso Marshall pareciera que batalla para decidir sobre el rumbo al que quiere dirigir el filme, pues aunque en un su primera mitad la película arranca con un tono azucarado e infantil, en la recta final pareciera que el director procura convertir el producto en una tragedia y marca un tono completamente distinto, tanto que el público sale padeciendo bipolaridad de la sala. Ambas partes están bien llevadas, el problema es que Rob Marshall no consigue unificar el discurso, de modo que parece que estamos viendo películas diferentes.

Además de su parecido con el tono de Encantada y de contar con personajes que lanzan unos agudos capaces de deprimir a las sopranos de todo el planeta, tanto Enchanted como En el Bosque cuentan con una veterana en turno dispuesta a sacar a la niña interior que llevan dentro, pues Meryl Streep sobreactua de lo lindo tal y como lo hizo Susan Sarandon y aún así está magnifica.

El reparto brinda carisma y le da más vitalidad al relato en sus puntos más débiles, destacando sobre todo las interpretaciones de Emily Blunt, Chris Pine, Anna Kendrick (sólo por su monólogo en la escena de la zapatilla merecía una nominación al Oscar) y esnecesariodecirlo Meryl Streep, que tras su homenaje a la menopausia en Mamma Mía! (2008) decide volver a regalarnos su magnífica voz, pero ahorrándose los pasos de baile, en una actuación excesiva que justifica su nominación al Oscar en un par de secuencias.

Into The Woods es un filme llevadero aunque algo empalagoso, en el que ha pesar del agradecido intento y del atrevimiento de teñir de tragedia los cuentos de hadas, no se logra despertar ese aire de nostalgia presente en los musicales de la época dorada de Disney.

Por Víctor López Velarde Santibáñez (@VictorVSant)

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