‘Cuatro lunas’: Las fases de la aceptación

Cuatro lunas (2014) es un largometraje mexicano donde se representan cuatro historias que se desenvuelven cíclicamente. Los relatos llenos de drama y amor conllevan a un tema más profundo, el cual es la representación de la homosexualidad en sus diversas facetas así como en la de sus propios personajes. Sergio Tovar Velarde, director y guionista del filme, nos lleva a explorar visualmente distintas situaciones que implican la experimentación y auto aceptación de ser gay.

Las historias de amor que conocemos o que hemos experimentado son aterrizadas a una perspectiva distinta, es decir, a ojos de personas que enfrentan el paradigma social por tener atracción hacía personas del mismo género. A pesar de que éste tema podría ser un cliché, con poco interés por parte de la sociedad, Tovar Velarde logra sacar al individuo de una idea preestablecida de lo que un “homosexual tiene que sufrir”. El guión sugiere ver la situación desde un punto de vista más personal, involucrando al espectador en una situación de amor y aceptación que a todos nos compete y no de retrospección a la homosexualidad como varios filmes pretenden.

Cuatro lunas, con escenas arrítmicas y en transición, resuelve de manera interesante el ciclo de amor que manifiesta cada una de ellas.

Si bien, la película visualmente tiene detalles que realzan la belleza sensorial, colores que a fines estéticos juegan con la psicología, dependiendo de la historia representada, el todo de la película es creado por el guión. La forma de presentar cada situación envuelve al espectador y lo hace partícipe de intentar deducir la siguiente acción, generando a su vez un juego para atraer al espectador a la historia.

La película va dirigida al público homosexual, como es de suponerse, quienes se sentirán identificados de manera casi obvia en alguna de las historias representadas y que en el filme verán una posible reacción a su vida.  También, como todo buen drama, el público femenino se verá identificado con el significado del amor representado en algunas de las acciones.

El filme explora la sensibilidad humana frente al amor y todo lo que implica, altas, bajas, estancamientos, confusiones aunado al paradigma de la homosexualidad. Tovar Velarde logra complementar todos los elementos para crear un filme sin clichés, real y extrovertido. Cuatro lunas es una película que llega a ser conmovedora y realista, no apta para machistas y homofóbicos.

Por Marlene de la Fuente (@delafontina)

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