Violencia de Jorge Forero
Una cadena abre el agonizante camino de la violencia, sin saber donde inicia o de donde viene, la cadena revela su punto final: un hombre atado al cuello a la misma, probablemente un disidente político, que mira su condena con inquietante resignación. Esta escena es la que aparece en el primer plano presentado por el cineasta colombiano Jorge Forero, con gracia y poderosa contención en su opera prima, Violencia. El título, simple y ambicioso, comprende la historia de tres personajes en distintos puntos de la Colombia contemporánea que viven en un contexto violento que repta silente bajo su silencio y cotidianeidad.
Forero, quién sufre una enfermedad degenerativa desde hace algunos años, crea una empatía sincera con sus personajes y evita, en todo momento, cualquier representación abiertamente gráfica de actos violentos. El filme se apoya en elegantes planos secuencia de virtuosa modestia, alejados de toda vacuidad meramente exhibicionista, que además del prisionero ya mencionado, muestran a un joven que se involucra en una organización aparentemente paramilitar y finalmente a un oficial militar que se encarga de entrenar soldados. Las historias no se entrecruzan y forman parte de una linealidad que diluye la violencia en sutiles gestos y acciones, como caudal de agua llega a su término en poderosa cascada. La escena final resulta, por ende, escalofriante, un chivo expiatorio que, tranquilamente, se deja colocar la cadena en el cuello, camino al matadero.
Por JJ Negrete (@jjnegretec)
