Las redes sociales se han convertido en un elemento imprescindible en las interacciones cotidianas, el desarrollo de los vínculos humanos y la expansión de actividades laborales.
No obstante, el uso de las mismas también es fuente de negocios para diversas empresas, representado en la búsqueda de ganancias y poder. El origen de Facebook y los claroscuros de sus creadores fueron abordados en La red social (The Social Network, 2010), así como la perspectiva de la consultora Cambridge Analytica y su influencia virtual en la psicología de usuarios en The Great Hack (2019). Dos representaciones de su impacto cultural y la connotación económica de su existencia.
Con el documental El dilema de las redes sociales (The Social Dilemma, 2020), el realizador Jeff Orlowski no únicamente muestra la influencia de las mismas sobre la percepción humana, sino también analiza el desperfecto que genera su uso. El relato, además de mostrar entrevistas con expertos que laboraron en empresas poderosas del rubro como Google, Facebook, Instagram y Pinterest, entrelaza una ficción protagonizada por el joven Ben (Skyler Gisondo) y su familia, reflejando el comportamiento individual a consecuencia de la asimilación de información de internet.
Las conversaciones remarcan la manipulación psicológica e inconsciente de la tecnología sobre el comportamiento humano, con aspectos tan sencillos como notificaciones, sugerencias y búsquedas individuales. Orlowski enfatiza, con las confesiones de los entrevistados, el problema invisible, exhibiendo el lado corporativista por irrumpir la privacidad al ganar dinero con la venta de publicidad y el resguardo de datos.
Sobrado en el retrato de su ficción, el funcionamiento tecnológico con las acciones individuales muestra el interés monetario con la predicción de las acciones, los ads y aficiones personales. Aunado a ello, la compaginación de material de archivo de movimientos sociales se encarga de mostrar el reflejo en el mundo real de la interpretación subjetiva e invasiva de los sucesos e información de internet.
El relato añade también sutiles referencias cinematográficas representadas con transiciones inspiradas en Réquiem por un sueño (Requiem for a Dream, 2000) y The Truman Show: Historia de una vida (The Truman Show, 1998), matizando en el efecto de la adicción al escenario virtual y a la sensación de “observación” al desplegarse información que descifra con precisión una personalidad. Así, cuestiona en el valor de la identidad humana capaz de reaccionar a las opiniones en redes, así como la desinformación y el uso del mismo por esferas de poder para generar su propio tema de conversación, todo ello deviniendo en una conclusión obvia pero reflexiva sobre el problema que plantea.
Si bien El dilema de las redes sociales no revela nada nuevo, es didáctico en diversos puntos y logra el cometido de mirar con más detalle la percepción de la realidad, las manipulaciones virtuales y los cambios ambivalentes en una sociedad más unida a la red digital.
Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)
