Algo en el cine anterior de Alexandre Aja hace sospechar que no es un director adecuado para filmar escenas de amor. Su afecto por el trash, el shock, el gore y el serie b en general quizá sean la mayor pista de esa incapacidad y Cuernos (Horns, 2014) es la confirmación de esas sospechas.
Ignatius (Daniel Radcliffe) despierta un día con una cruda mortífera y un par de cuernos en la cabeza; lleva días encerrado en casa porque el pueblo piensa que asesinó a su novia, Merrin (Juno Temple), y no hay forma de quitarse de encima a la turba furiosa que lo sigue a todas partes. Pronto Ignatius nota que su nuevo par de cuernos no provocan susto o sorpresa en los habitantes de su pequeño pueblo; al contrario, todos sienten una incontrolable necesidad de decir la verdad y dar salida a su verdadera naturaleza. Es momento de encontrar al verdadero asesino de Merrin.
Hay en el argumento de Cuernos una mezcla genérica interesante. No es difícil entender qué atrajo a Aja al proyecto: tenemos melodrama meloso, thriller sobrenatural, un toque hitchcockiano y un poco de humor negro. Hay de todo y ese es el problema. Manejar tantos géneros y, sobre todo, tan diversos, dispara el tono de la película. El cambio tonal es drástico y no permite a la película establecerse. En especial, cuando el director de origen francés intenta abordar las escenas de amor, algo poco explorado a lo largo de su filmografía, y se nota, su pericia no pasa de replicar una adaptación de Nicholas Sparks poniéndole todo el azúcar que encontró en el camino. Pasar de eso a secuencias en que el protagonista descubre lo que sienten sus padres verdaderamente hacia su persona o su doctor teniendo sexo sin control con la enfermera mientras se drogan con gas y lo diagnostican en verdad provocan un choque.
Probablemente lo más interesante en Cuernos sea la aparición de Daniel Radcliffe, quien lleva un par de años tratando de alejarse de la figura que lo hizo famoso, Harry Potter, sin lograrlo del todo porque sus proyectos no terminan de cuajar. Desde biopics de escritores famosos (Kill Your Darlings), comedias románticas (¿Sólo amigos?) o cine de terror (La dama de negro), su carrera, al igual que la película de Aja, ha pasado por múltiples géneros sin aprovechar del todo sus talentos y en realidad sin descubrir cuáles son.
Además, ¿qué tan en serio se puede tomar una película donde al personaje principal le nacen cuernos después de una borrachera?
Por Rafael Paz (@pazespa)
